«El objetivo del próximo año es meterme en algún equipo»
Gabriel Rodríguez es un estudiante palmero del grado de Fisioterapia en la Universidad de La Laguna. Está cursando el primer año de carrera tras un golpe de azar que lo añadió a las listas del curso cuando ya llevaba casi un mes en Madrid estudiando en la Complutense. Su hermano Marcos ya residía en La Laguna dos años antes y no tuvo problemas para conseguir piso. Lleva jugando a básquet una década y aunque no se encuentra federado, su siguiente objetivo es inscribirse en algún equipo de Tenerife. Mientras tanto, conserva sus dotes practicando en las instalaciones del campus.
La primera vez que acudió al Servicio de Deportes de la ULL fue al principio de la pasada temporada, en octubre. Sucedió gracias a un compañero de piso que lo invitó a probar. «Vine, me gustó como era el ambiente y he seguido viniendo desde entonces», relata.
Lo que más le gusta es que «pueden transcurrir dos horas o más disfrutando con una gran multitud y siempre hay buenas vibras». Sin embargo, no todo es tan bonito como suena. Y es que la excesiva afluencia de estudiantes a veces supone una extensa cola para entrar, pues solo disponen de una pista ya que hay otras actividades alrededor. «Te puedes pasar prácticamente media hora afuera esperando», asevera.
Por otro lado, el pabellón no siempre está lleno. Rodríguez asegura que «en época de exámenes mucha gente deja de ir». Dice que hay un grupo de WhatsApp en el que se realizan encuestas diariamente para ver cuántas personas van a acudir. En las etapas más exigentes con suerte llegan a diez para un 5×5 o «incluso no vienen», subraya.
«Se respira muy buen rollo y se logra jugar competitivo. Hay un nivel muy bueno»
El joven sigue yendo casi todas las semanas porque «llegué tarde y no me pude meter en ningún club». Además, entabló amistades con rapidez y facilidad y de nuevo hace hincapié en el buen aura que se siente. Asimismo, afirma que «se puede estar el día aquí para desconectar haciendo lo que más te llena y sin importar el nivel». Todo el mundo tiene la posibilidad de jugar, incluso en los torneos que se organizan, en los que ha participado con deportistas sin darle importancia a su destreza.
Todo el estudiantado sabe que compaginar las clases con tareas externas no es tarea fácil. Este alumno de Ciencias de la Salud mantiene una rutina que le permite realizar ambas funciones con algo de soltura. «Estudio en casa y en la biblioteca al regresar de clase un buen rato», recalca. Mediante estos pasos, asegura que le da tiempo de ir martes y jueves a practicar, ya que son los días que más baloncestistas van. Aún así, declara que «podría venir lunes y miércoles si quisiera».
