“Estamos hablando de que hemos detectado unas once mil galaxias»

Ciencias

Jordi Cepa, profesor del departamento de Astrofísica de la Universidad de la Laguna, es coordinador del equipo de investigación de Evolución de Galaxias. Además, es el investigador principal del instrumento Osiris y de los cartografiados conocidos como Otelo y Lockman SpReSo, elementos que se encuentran en el Observatorio del Roque de los Muchachos. El experto explica cómo utiliza todo ello para estudiar el firmamento en colaboración con el Instituto de Astrofísica de Canarias. 

Usted es el coordinador del equipo de investigación de Evolución de Galaxias, ¿en qué hipótesis de trabajo se basa? «Nosotros estudiamos la evolución de las constelaciones desde el punto de vista de las observaciones. Esto quiere decir que para poder abordar ese análisis lo que se hace es lo que se llama cartografiados. Se trata de obtener imágenes, muy profundas, de zonas del cielo especialmente elegidas. En determinadas direcciones estamos consiguiendo profundizar y para eso estamos utilizando el Gran Telescopio Canarias (GTC), en La Palma».

¿Quiénes componen este proyecto? “Pues en España intervienen fundamentalmente investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias, investigadores de la Universidad de Cantabria y el Instituto de Astrofísica de Cantabria. Por otro lado, tenemos otro nodo en Madrid. Además, colaboramos con México, con el centro de Energía Oscura de la Universidad de Dinamarca y con científicos en Australia y Canadá».

«El GTC es el telescopio óptico infrarrojo más grande del mundo»


¿Cuánto tiempo han invertido? “Unas 108 horas de tiempo oscuro para que el cielo se vea bien. Ahora estamos en la situación de analizar los datos, porque realizar los cartografiados ha llevado varios años y reducirlos, también. Estamos hablando de que hemos detectado unas 11 000 galaxias, y hay que clasificarlas, porque cada una tiene sus propiedades. De entrada, estamos encontrando muchas más constelaciones que tienen emisión porque los filtros estrechos que se están utilizando nos dan la posibilidad de detectarlas, y otros cartografiados no pueden».

Utilizan el telescopio del GTC para realizar los estudios, ¿qué características tiene?” Mide 10,40 metros y está hecho de segmentos, es decir, el espejo primario no es un solo elemento, sino que está compuesto por varios. Y sigue siendo actualmente el instrumento óptico infrarrojo más grande del mundo y completamente orientable».

¿Qué función cumple usted dentro del equipo? “Yo me encargué del diseño, fabricación y puesta a punto del instrumento de Osiris, con el que estamos obteniendo el cartografiado. Lo que tiene de particular es que nosotros estamos utilizando filtros con un rango de colores muy estrecho, muchísimo más  que los que se vienen utilizando habitualmente en otros telescopios, que son como diez veces más anchos que los nuestros».

«Estamos utilizando filtros con un rango de colores muy estrecho»


 Osiris se ideó para funcionar en diferentes modos, ¿hay alguno que destaque por encima del resto? “Yo creo que ahora mismo el modo de observación con los filtros sintonizables. Es una manera que no existe  en otros telescopios del mismo tamaño. Esto hace que Osiris sea único en ese sentido, es un procedimiento muy particular, es decir, el instrumento ha sido diseñado en torno a él. Y es lo que ha hecho que destaque, pero sirve para una finalidad muy concreta, en particular para los cartografiados intergalácticos, aunque también lo han utilizado para la caracterización de exoplanetas».

¿Qué ventajas tienen los filtros sintonizables? “Cuando tú utilizas uno muy estrecho estás seleccionando un rango muy particular de rojo, y si en ese rango no te cae una línea de emisión no podrás verla. Los filtros sintonizables lo que te permiten es regular en milisegundos en qué color se está trabajando, por lo tanto puedes observar diferentes rangos. Mientras que en otros telescopios se podría hacer, pero gastarías muchísimo dinero”.

Usted también ha sido el investigador principal del cartografiado Lockman SpReSo, ¿qué novedades ha proporcionado? “En este caso lo que se utiliza es la espectroscopia, o sea descomponer la luz de los objetos. Para ello, se utiliza una especie de prisma especial que se llama grisma y que descompone la luz. Es decir, que yo lo que tendría sería una imagen en la que para cada objeto sabría cómo se distribuye la luz en los distintos colores».

«Osiris y los cartografiados son algunos de mis logros»


¿En los últimos años cuál ha sido el reto más complicado al que se han enfrentado en la investigación? “Pues la construcción del instrumento; también la puesta a punto, porque no tienes las mismas condiciones: la humedad, la temperatura, etc. Y una vez recopilados los datos es complejo hacer la reducción de ellos, tener que calibrarlos, y obtener los resultados que uno espera, que a lo mejor no se consiguen. En este caso predije que se podía llegar hasta un cierto límite en una serie de características y se ha cumplido».

¿Resaltaría alguno de los logros que ha conseguido a lo largo de su carrera? “Hay algunos que son un poco especializados pero digamos que centrándonos en los últimos diez años,  sería la construcción del instrumento Osiris y lo que es la elaboración de los cartografiados.”

¿Tiene algún proyecto en mente para el futuro?  «Continuaré con la explotación, porque además lógicamente, una vez se tiene un cartografiado hecho siempre surgen un montón de objetos raros, entonces hay que observarlos con más detalle. Esto quiere decir que a lo mejor en alguno de los elementos observados con Otelo hay que hacer espectroscopia o hay que analizarlos en otro rango espectral. Por lo tanto uno de estos cartografiados da comida para muchos años y para mucha gente».

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