Antonio Martínez (Valencia, 1958) es licenciado en Derecho por la Facultad de Valencia y especialista en Derecho Privado. Asimismo, ejerce como profesor asociado en la Universidad Literaria de Valencia (UV). En su trayectoria profesional destacan sus múltiples colaboraciones con la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. En la actualidad, es director del despacho Abogados de las Artes. Intervino el lunes, 28 de julio, en el IV Campus de Escultura de Lanzarote organizado por la Fundación Curbelo Santana y la Universidad de La Laguna.
¿Por qué se decantó por estudiar Derecho? «Yo no creo mucho en las vocaciones. La abogacía es una profesión que viene de familia. Además, me especialicé en propiedad intelectual debido a mi clientela. Sobre todo, tras resolver un caso de propiedad intelectual que afectaba a la Sociedad de Autores».
¿Qué le llevó a crear Abogados de las Artes? «Coordiné durante años la parte jurídica de la Sociedad de Autores. Me tomé un descanso y, tras muchas reflexiones, me atreví a montar un bufete que diera servicio a aquellas personas que se dedican a las artes plásticas».
¿Por qué se suelen vulnerar los derechos de autoría? «A veces al ser humano le resulta más fácil copiar que crear. Además, hay quienes, mediante la imitación, tratan de conseguir un rendimiento económico rápido. Estos motivos no son distintos de aquellos que llevan a las personas a cometer otras actividades delictivas».
«La digitalización es una herramienta para los artistas»
¿Considera que la digitalización ayudará a combatir el plagio? «Este fenómeno para mí es neutro. Todo depende de cómo se utilice. Es cierto que permite hacer un seguimiento más cercano de imitaciones, pero también facilita el plagio y su propagación. Aun así, el mundo digital ofrece unas posibilidades tremendas al ámbito de la creación».
¿A qué retos se enfrentan quienes publican sus obras en Internet? «Los mismos con los que lidia el resto de la ciudadanía una vez decide compartir su intimidad y sus datos personales con las redes. En este momento, la vulnerabilidad es altísima. Es necesario que la sociedad en su conjunto se beneficie y no solo las empresas».
¿Ve con esperanza la formación de reglamentos que ayuden a proteger el arte en la red? «Soy optimista. La Unión Europea, por ejemplo, sí que tiene una tendencia a regular con garantías para proteger a quienes publican sus obras por Internet, al contrario que otros países. Es necesario que esa tendencia continúe».
«La ley protege resultados, no ideas»
¿Por qué el derecho de propiedad intelectual no protege directamente las ideas? «Esta norma se creó para proteger concreciones de ideas. Hasta que no se le da forma a algo, no surge la posibilidad de preservarlo. Si no, se terminaría por defender el derecho a escribir y no lo que se ha escrito realmente».
¿Cuando se digitaliza una obra plástica se le siguen aplicando las mismas leyes? «La utilización de Internet para crear o para modificar obras creadas en forma analógica siempre debe contar con autorización de quien las hace. Si se ignora esa supervisión, se estaría incurriendo en una legalidad que la justicia perseguirá».
¿Cómo califica usted la situación actual del metaverso? «Necesita mucha regulación. Hoy por hoy, no es más que una pequeña ficción. Seguramente habrá que normalizar dentro de ese nuevo mundo las leyes que se aplican en la realidad».
¿Qué consejo le daría a quienes se vayan a dedicar al arte en el futuro? «Que valoren realmente lo que hacen, pues tiene un valor añadido importantísimo que va más allá del valor físico de la creación. Hay que luchar por revaluar el trabajo creativo».
