David Bonalde y Andrea Carrero delante de la lanzadera norte en frente de la facultad de Economía. Foto: PULL

Dos estudiantes de ADE impulsan una propuesta para mejorar la movilidad

Sociedad

«El problema de la congestión del tráfico es algo generalizado en la Isla»

David Bonalde y Andrea Carrero son dos estudiantes de tercer año de Administración y Dirección de Empresas (ADE) de la Universidad de La Laguna, que están liderando una iniciativa para mejorar el acceso al transporte público desde el sur de Tenerife hacia la ULL. Originarios de Adeje y San Miguel, respectivamente, han experimentado las dificultades de viajar diariamente desde el sur hasta el Campus Universitario.

«La propuesta surge de la necesidad de hacer frente a la congestión del tráfico y a las largas horas de viaje que enfrentamos diariamente quienes venimos del sur», afirma David Bonalde. Con el objetivo de hacer que su iniciativa sea más accesible y comprensible para el público, han publicado un sitio web llamado propuesta línea de guagua que presenta datos sobre las colas de tráfico tanto en el norte como en el sur de la Isla, junto con información relevante sobre su iniciativa.

«Los atascos son prácticamente incompatibles con una llegada temprana a clase»


Para el estudiantado residente del Sur asistir a clases se convierte en una odisea todas las mañanas debido a la afluencia de tráfico: «Me levanto a las cinco de la mañana porque tengo que salir alrededor de una hora antes para ir desde mi casa a la parada de los Cristianos. Un trayecto que dura 10 minutos en coche se puede demorar hasta 40 minutos por la cogestión del tráfico», apunta Bonalde. Además de esto, señala que su viaje se complica aún más al tener que hacer una conexión en Santa Cruz: «Después de llegar, cruzo los dedos para que otra guagua, si es puntual, me lleve al intercambiador de La Laguna. Desde allí, todavía me quedan cuatro paradas de tranvía para finalmente llegar al Campus».

Por otro lado, el universitario reclama que el profesorado no es consciente de la relevancia de este asunto, ya que en su experiencia personal, al comentárselo no solo no es de ayuda con este tipo de situaciones si no que incluso llegan a hacer mofa de ello: «Muchos se ríen. Te dicen: Pues despiértate antes, mi niño». Considera que el personal docente en vez de ayudar en el proceso de aprendizaje, «añade una capa mas de dificultad y estrés». 

Cogestión del tráfico en Granadilla de Abona. Foto: PULL

El núcleo de su propuesta se basa en la creación de una línea regular de transporte público que conecte de manera eficiente el sur de Tenerife con la ULL, reduciendo así el tiempo de viaje y los costos asociados para el alumnado. Su iniciativa no solo busca aliviar la carga financiera que implica para muchas familias destinar un porcentaje significativo de sus ingresos en enviar a sus descendientes a vivir a otra zona de la Isla para poder asistir a la Universidad, sino que también busca reducir el absentismo escolar que surge como resultado de las dificultades de transporte. «Hay veces que no vengo, por que si un profesor me va a leer un PowerPoint… Para un estudiante del Sur, el tráfico es incompatible con una llegada temprana a clase a primera hora de la mañana», expone Bonalde.

«No esperábamos recolectar ni 200 firmas»


Lo que comenzó como una idea para mejorar la movilidad estudiantil ha evolucionado en una campaña masiva de recolección de firmas, con mas de cinco mil firmas: 2336 físicas y otras 2768 en línea, a través de un formulario de Google. La respuesta de la comunidad estudiantil, ha sido más que alentadora, con una gran cantidad de quienes han participado compartiendo experiencias similares y depositando su esperanza en David Bonalde y Andrea Carrero . «Tú conoces a las personas y te van hablando. Te dicen, ojalá te hagan caso. Ojalá te respalden», agrega el estudiante de ADE.

Actualmente, las firmas recopiladas representan aproximadamente el 12,08 % del total de estudiantes de la Universidad de La Laguna, lo que destaca la magnitud del respaldo y la receptividad de la comunidad hasta ahora. «Nos sorprendimos mucho también que la gente estuviera muy receptiva. Era bonito ver el hecho de que las personas se querían involucrar, querían como apoyar», comenta Andrea Carrero.

«El rector es el único que nos ha brindado apoyo»


La propuesta ya ha llegado a los ayuntamientos de Adeje, Arona y Granadilla de Abona, además de a distintos agentes vinculados al transporte y movilidad, buscando una garantía oficial para su propuesta. Aunque han recibido apoyo verbal, están a la espera de una confirmación formal de respaldo por parte de las autoridades pertinentes. «A día de hoy tenemos el apoyo de palabra, pero nadie  ha prestado su apoyo ratificado, que es lo que vale», subraya Bonalde.

Además, manifiesta que hasta el momento, el rector de la Universidad, Francisco García, parece ser el único que ha mostrado un apoyo firme a la propuesta: «El rector es el único que nos ha brindado apoyo mediante una carta escrita que es lo que tiene validez y que nos ha ayudado a solicitar los apoyos de los ayuntamientos también».

Bonalde habla de la falta de acción por parte de las autoridades competentes. Siente que se les ignora y que sus necesidades no están siendo atendidas: «Es como que se van pasando la pelota». Sin embargo, se mantienen firmes en su determinación de lograr un cambio significativo. «Proyectos como el nuestro pueden ser ese impulso para decirle a la ciudadanía: ¡Oye! Realmente vamos a mejorar, vamos a trabajar por mejorar», afirma Carrero.

«Desde un principio teníamos claro que lo hacíamos por la siguiente generación»


A pesar de que Bonalde y Carrero puede que no lleguen a ver los resultados de su propuesta durante su tiempo como estudiantes, ya que este tipo de procesos se pueden demorar, están comprometidos con su iniciativa. «Sabemos que los procesos burocráticos llevan su tiempo», señala la estudiante. Sin embargo eran conscientes de esto desde el momento que comenzaron.

Su motivación radica únicamente en mejorar las condiciones para las generaciones futuras. «Desde un principio sabíamos que no íbamos a poder disfrutarlo, pero tuvimos claro que si lo hacíamos era por la siguiente generación, que no tuviera que pasar lo que pasamos», sentencia David Bonalde.

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