El CD Barraquitos derrotó al Harry Popper (66-47) y se coronó campeón del Trofeo Rector Libre Asociación por segundo año consecutivo. El choque se disputó este miércoles, 4 de diciembre, a las 15.00 horas, en la Pista Central del Servicio de Deportes de la Universidad de La Laguna. Fue un partido atípico por la escasez casi total de acciones de bloqueo directo: los dos equipos plantearon una batalla física campal y dejaron el plano táctico en un segundo plano. De este emocionante pulso salieron vencedores los cafeteros, que dominaron los tableros y sumaron infinidad de nuevas posesiones. «El que gana los rebotes, gana el partido» es un proverbio baloncestístico repetido hasta la saciedad, una regla de oro que no es necesariamente cierta, pero que se ha vuelto a cumplir en esta ocasión.
El partido comenzó con mucho ritmo e intensidad. Los dos conjuntos eran conscientes de lo que estaba en juego y salieron a pelear cada balón. Las penetraciones en la pintura se repelían por las defensas de ambos equipos, por lo que podía esperarse que los primeros puntos vinieran desde el exterior: triple de Harry Popper que obtuvo como respuesta otro triple del CD Barraquitos. La alta velocidad del juego, no obstante, privó al choque del acierto en ataque, y se vieron pocos puntos en general durante el primer cuarto. Barraquitos ganó 10-6 este tramo y esta ventaja se debió completamente a su dominio en el tablero ofensivo, que siguió siendo fundamental para ellos el resto del partido. De esos diez puntos, siete vinieron en situaciones de segunda oportunidad tras rebote.
No fue casualidad que los cafeteros capturaran tantos rechaces en ataque. De hecho, formaba parte de su plan de partido: buscaron desde el primer minuto aprovechar la defensa en zona de sus rivales, cargando el rebote ofensivo y generando indecisiones en la defensa a la hora de cerrar. Esto, sumado a su superioridad física, les dio la oportunidad de jugar por encima del aro y abrumar a sus rivales.
Popper saltó con fuerza al segundo cuarto, anotando cinco puntos en las dos primeras posesiones y poniéndose uno arriba. Añadiendo tamaño a su quinteto y subiendo más si cabe la intensidad, el equipo trató de frenar la sangría en el tablero propio, con una mejora notable. Diego destacó especialmente en estos minutos: atento en las ayudas, consiguió poner dos tapones muy meritorios y forzar errores en las penetraciones rivales.
Barraquitos, por su parte, encontró el ritmo en ataque buscando a sus interiores en el poste, especialmente a Nico. La igualdad en el marcador (16-15) se rompió tras varias pérdidas consecutivas de Harry Popper que los cafeteros supieron castigar en transición, colocando un parcial de 8-0 para cerrar el cuarto con nueve de ventaja (24-15).
Tras el paso por vestuarios, fue Harry Popper el conjunto que mejor empezó (9-4), moviendo el balón para buscar ángulos de penetración. Después de unos primeros veinte minutos frenéticos, el partido terminó de abrirse y los dos equipos anotaron mucho en el tercer cuarto. Barraquitos estuvo más acertado, y se fue hasta los 26 puntos por los meritorios pero insuficientes 17 de Harry Popper, que de nuevo acusó dificultades en el rebote. Néstor Herrera (CD Barraquitos) tuvo un excelso tercer cuarto, inyectando energía en ataque y defensa y ganando muchas posesiones para su equipo.
El último período fue un trámite para los cafeteros, que solo tenían que mantener su cómoda ventaja (50-32). Además, el encuentro no se le iba a poner más fácil a Harry Popper: un golpe fortuito de Néstor a Carlos Hidalgo tras una acción en la pintura detuvo el juego durante unos minutos, y el interior, con una fractura en un hueso de la cara, no volvió a incorporarse al partido. Esto dejaba a los blancos en una situación complicada, ya que Álvaro se convertía a partir de ese momento en el único grande real del que disponían. Los cafeteros aprovecharon esta circunstancia metiendo en pista un quinteto grande y colocando a Nico y a Isra en la zona.
Harry Popper volvió a anotar bien, pero no pudo recortar la distancia en el marcador (parcial de 16-15): el gran esfuerzo desplegado durante los tres cuartos anteriores les pasó factura, y no fueron capaces de tirar de épica. Minutos antes del pitido final el ambiente ya era festivo en el banquillo cafetero y en las gradas, y el partido quedó sentenciado con un mate de Isra, ya con poca oposición.
La alegría inundó las cuatro esquinas de la Pista Central, y el CD Barraquitos festejó la consecución del trofeo junto con su afición. Sin embargo, la celebración no fue eufórica, ni la alegría excesiva. Como adelantaba Daejan, jugador de Barraquitos, «el trabajo todavía no está terminado»: el equipo ya piensa en el Campeonato Universitario de Canarias, que jugarán en mayo contra los campeones del Trofeo Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Esta noticia ha sido realizada de manera conjunta con Airam Suárez.
