El arquitecto y exprofesor de Bellas Artes en la Universidad de Barcelona Ventura Valcarce impartió una conferencia sobre las distintas perspectivas a tener en cuenta cuando se crea arte, este jueves, 25 de julio, en el III Campus de Escultura de Lanzarote, organizado por la Universidad de La Laguna y la Fundación Curbelo Santana. La charla Quisiera hablarles de aquello que no es escultura fue la tercera del Campus. Valcarce aseguró que «lo importante no es el objeto, sino tener conciencia exacta del espacio interior y exterior». Además, contó que para entender bien el qué y el cómo hay que estudiar más allá porque no interesa la anécdota, sino la escultura.
El arquitecto destacó que la complejidad reside en el dónde. «El espacio no existe hasta que alguien lo observa y lo aprecia», expresó. Habló de las luces difusas de un sol saliente en el arte de Turner. De Rothko, explicó como despegarse del plano y crear una atmósfera cerrada en los centímetros cercanos a la obra. «Para conseguir eso que todos queremos, espacio», apuntó. En cuanto al Rapto de Proserpina de Bernini en el patio del Louvre, Valcarce analizó la riqueza que aporta que la obra esté allí. «La simbiosis entre la escultura y su entorno es la mejor expresión de su esencia», comentó.
Ratificó que la mirada con la que se observa la obra es clave porque la visión unitaria queda englobada en la escultura. Además, destacó lo natural y orgánico de Chillida y citó al autor: «Es más hermoso el espacio que lo que colocas en él». Indicó que «las obras que han sido pensadas para habitar el paisaje tienen que ser vistas en un determinado lugar».
Por último, apuntó que el cómo es el origen de la realidad de la obra. «El escultor ya no lo puede hacer todo. La arquitectura pierde su orden rectilíneo y su rigidez, empieza a enriquecer sus formas», aseveró. El arquitecto mostró a El Guggenheim y al Auditorio de Tenerife como ejemplos de la función de la tecnología para dar expresividad a la arquitectura.