La actriz y guionista tinerfeña Raquel Herrera protagoniza Voy a desaparecer, una película canaria que está inscrita en trece candidaturas en los Premios Goya 2025. Entre ellas, la artista aspira a obtener una nominación como mejor actriz revelación. El filme, dirigido por el cineasta Coré Ruiz, fue reconocido este año con el galardón a mejor película canaria en el Festival de Cine Independiente y de Autor de Canarias. La artista dio sus primeros pasos de interpretación en la Escuela de Actores de Canarias, y más adelante continuó su formación en Madrid.
¿Cuál fue la inspiración para crear Voy a desaparecer? «Luego de acabar mi formación en interpretación me mudé a Fuerteventura con Coré Ruiz, quien ya tenía las primeras ideas sobre la película. Inspirados por el ambiente turístico que nos rodeaba, ideamos la historia de Rocío, quien se reencuentra con su hermano tras muchos años. Voy a desaparecer está salpicada de quienes somos, de cómo nos relacionamos y de nuestro entorno. Habla de la incomunicación en las familias, de cómo las heridas del pasado moldean nuestro presente. De temas tan universales como la amistad y el amor, pero localizados en nuestra tierra y con nuestro acento».
¿Qué es lo más gratificante de terminar un proyecto? «Este proyecto ha sido muy curioso, porque soy la guionista, la actriz, y la novia del director, que además editó la película. Así que mi labor no terminó con la última toma. Sin duda lo más gratificante de esta etapa final está siendo compartir la película con el público. Ver en pie el trabajo de años y como se está reaccionando positivamente. Estoy muy orgullosa del equipo canario que está detrás del filme. Voy a desaparecer es un ejemplo más de como en las islas hay talento, y que podemos contar historias, sin prescindir de nuestro acento».
«Contar historias es lo que me impulsa a seguir»
Si no se dedicara a la actuación, ¿qué haría? «De pequeña siempre decía que quería ser muchas cosas, hasta que me di cuenta que mis rápidos cambios de opinión eran porque lo quería ser todo. Y que mejor manera de serlo todo que ser actriz. Cuando pienso en que sería si no fuera actriz siempre pienso en profesiones relacionadas con la industria. No me importaría dejar de actuar si me pudiera ganar la vida como guionista, porque el pilar que me impulsa es el de contar historias».
¿Cuál es el papel más desafiante que ha hecho? «Creo que cada personaje te ofrece un reto distinto según el género en el que estés jugando. Supongo que el personaje más desafiante de interpretar ha sido Rocío, pues en Voy a desaparecer es la primera vez que me enfrentaba a un protagónico, lo que significa más texto, más tiempo delante de la cámara y más presión. Pero tuve suerte, ya que conté con mucho tiempo para prepararlo. Además actuar con Abraham Santacruz, mi hermano en la ficción, es un placer. Nos retroalimentábamos muy bien y nos quitábamos los nervios».
¿Cómo se prepara para un nuevo papel? «Sobre todo vivir el momento, y conectar con mi intuición y emociones. Para esto sirve mucho la meditación. Dejar a un lado los pensamientos que abruman la mente, y centrarte en lo que está viviendo el personaje. En el cine no se suele tener mucho tiempo de ensayo, así que como actriz tengo que ir al set con mis herramientas bien engrasadas. Y también para no olvidarme de jugar, que es lo más importante. Al final estamos haciendo cine, no estamos salvando el mundo. A veces nos cargamos con una ansiedad innecesaria y con el tiempo estoy aprendiendo a gestionarla para disfrutar del placer de actuar».
«Hay que hacerle el caso justo a las críticas que no suman»
¿Cómo maneja las críticas durante su carrera? «De momento no he tenido que manejar muchas críticas negativas. Supongo que eso viene con la fama. No le puedes gustar a todo el mundo y estadísticamente cuanta más gente te conozca a más gente le va a disgustar tu trabajo. Opiniones tenemos todos, pero a menos que afecten de verdad a tu trabajo, hay que hacerles el caso justo. También con los comentarios demasiado buenos».
¿Con quién sueña trabajar? «Supongo que todas las actrices españolas contestamos lo mismo, con Pedro Almodóvar. También me gusta mucho el trabajo de Miguel Ángel Vivas o Nely Reguera. Y con intérpretes me encantaría compartir pantalla con Carmen Machi, Carmen Maura o Javier Cámara. Y si se diera el caso de un salto internacional, y soñando muy fuerte, me encantaría trabajar con Gaspar Noé o Aronofsky».
¿Cuál ha sido el momento más memorable de tu carrera? «Por ahora, el día que rodamos la última escena de Voy a desaparecer, y el equipo empezó a abrazarse, contentos por el trabajo hecho. Además, el pasado mes de octubre recibimos el premio a mejor película canaria en el Festival de Cine Independiente y de Autor de Canarias. Recibir estos reconocimientos te dice que pese a los obstáculos vas por buen camino. También, este verano, ganamos en el Festivalito de la Palma el premio Arcoíris Love por el corto Empezar de nuevo. Como parte del colectivo, me hace muy feliz compartir nuestras historias desde una perspectiva queer y feminista».
¿Cuál será su siguiente proyecto? «Coré Ruiz y yo nos hemos puesto manos a la obra con nuestra siguiente película, ¡Grrrwoof!, un drama de ciencia ficción, que reflexiona sobre el impacto del turismo masivo, el abuso humano hacia el medio ambiente, y las tensiones invisibles que definen nuestra convivencia. Esta es una película más grande, con más personajes, y con más presupuesto, pero estamos preparados para afrontar este nuevo reto. Además estoy preparando mi mudanza de vuelta a Canarias. Madrid ya no es el centro del universo, y cada vez se están haciendo más producciones en las islas. Es hora de volver».