En Canarias, desde 2013 hasta ahora, se han habilitado un total de ocho playas perrunas repartidas entre Gran Canaria (3), La Palma (1), Lanzarote (1) y Tenerife (3). Dicho proyecto fue puesto en marcha por el Gobierno de Canarias impulsado por la influencia del movimiento Pet-friendly.
Tenerife fue pionera en esta iniciativa con las playa de El Puertito, en Güímar, y El Cabezo y El Confital, en Granadilla de Abona. A pesar de ello, muchos ciudadanos alegan la mala distribución de estos lugares y piden que se habiliten más zonas que permitan el acceso a perros, sobre todo en el norte de la Isla. Por ello, desde principios de 2016 muchos vecinos del Norte han pedido a sus consistorios la apertura de estas zonas, ya que alegan no poder desplazarse hasta las ya existentes y el incumplimiento de la prohibición puede ser sancionado con hasta 3000 euros de multa.
De momento, solo el municipio de La Orotava ha afirmado que «se encuentra trabajando en las ordenanzas para que la playa El Ancón pueda estar preparada para recibir el próximo verano a los ciudadanos con sus canes». Otros municipios como San Juan de la Rambla o Garachico continúan estudiando las posibilidades.
La Ley de Costas no dice nada sobre perros, no prohíbe su acceso, pero tampoco lo permite. Lo que sí dicta esta ley es que son los ayuntamientos los encargados de «mantener las condiciones de limpieza y salubridad de las zonas de baño, de colocar carteles informativos con las características, infraestructuras y medidas de seguridad».
Foto: perrosdetenerife.com
