La magia de Clara Morell

ULL-Hunter

Estudiante de Periodismo de la ULL y modelo. Para ella, el mundo de la belleza no es más que un espacio en el que pasarlo bien. “La moda no es tan diferente a la Comunicación. Necesitas ser disciplinado y, aunque parezca un trabajo fácil, no todos están capacitados para hacerlo”, afirma esta chica de 175 centímetros de altura, cabello oscuro y ojos intensos. No nos extraña que haya conquistado a diseñadores, como a la andaluza María Martín: su sonrisa engancha. Su nombre, también. C – L – A – R – A. Si pronunciamos las cinco letras, parecen acariciar nuestros labios. ¡Cuánta magia!

¿Cómo empiezas en el mundo de la moda? “Desde pequeña siempre me llamó la atención este mundo. Más que por el modelaje, por la ropa. Me encantan los brillos y los vestidos llamativos. Yo lo llamo “la pomposidad”. Con el tiempo me fui dando cuenta de que ese amor se iba convirtiendo en una parte importante de mí. Sobre todo, me fijaba en vestidos de películas como Encantada o en series del estilo de Gossip Girl. Hace unos años empecé a aproximarme a la fotografía de moda como un hobby entre amigas. He tratado de acercarme más desde hace unos meses. No tengo agencia: sigo a muchas revistas de Tenerife y me entero de cuándo hay alguna prueba”.

¿Tienes algún referente en el sector? “Me fijo en las poses de Miranda Kerr. En los desfiles, me estoy guiando por las recomendaciones de la diseñadora andaluza María Martín y de mis compañeras de pasarela. Además, estoy pensando en apuntarme a cursos este verano”.

¿Cómo es tu alimentación? “¡Cómo de todo! No sigo ningún tipo de dieta. De hecho, me gustaría subir algunos kilos, aunque con mi altura y genética lo tengo difícil”.

¿Qué importancia puede tener la moda en la vida de una persona? “La moda es importante en la medida en la que refleja lo que somos. Es un envoltorio que nosotros elegimos. Hay gente que dice que “les es indiferente lo que visten”, pero creo que también reflejan su personalidad a la hora de vestirse. Ya no es llevar una prenda u otra, o una determinada marca… La forma en la que nos peinamos, nos abrochamos el abrigo o nos atamos los zapatos dice mucho de nosotros”.

¿Qué opinas de la imagen que solemos ver de este mundo en las revistas? Todo parece muy superficial, un glamur casi fingido… “Creo que las revistas venden segundos de belleza, de arreglos y de luces que duran lo mismo que el flash. Sabemos que la vida de los modelos y de los famosos en general no es todo maravilloso, aunque sea lo que nos venden”.

Como modelo, ¿te has sentido utilizada como un producto alguna vez? “Nunca me he sentido así, aunque creo que se debe a que ocupa solo una parte de todo lo que hago y de las cosas que me gustan. Soy la chica que estudia Periodismo, la que le gusta salir a pasear, ir a museos, etc. Luego, está la moda. Además, disfruto con la fotografía y la pasarela. Es algo que me entretiene”.

La sociedad del siglo XXI marcha a una velocidad de vértigo: ¿tiene alguna repercusión en el sector de la moda? “Sí, pero creo que tiene un lado bueno y uno malo. Las prendas low-cost hacen que todo el mundo pueda apuntarse a las tendencias y renovar su estilo continuamente. Pero no podemos ignorar que esto repercute en los diseñadores. No se tiene en cuenta el trabajo artesanal ni se invierte en prendas de calidad, que aunque tengan un coste superior duran más tiempo. Además, es evidente que la producción que están realizando muchas empresas de moda es insostenible”.

Vivimos en un sistema de consumo desenfrenado. Parece que la filosofía bigger, better and best (más grande, bueno y lo mejor) rige nuestra existencia. ¿Crees que la moda se ha dejado absorber por este ritmo o ha sido ella la que lo ha creado, entre otros? “Sin duda alguna, se ha dejado absorber por el sistema. Al principio era una mera cuestión de higiene el tener varias prendas. Ahora parece que la tendencia es no tener que repetir nunca lo que vestimos. Se nos ha ido un poco de las manos”.

¿Piensas que se nos imponen unos patrones de belleza? “Sí, la moda no representa a la sociedad. Los medios visibilizan mucho hoy a las modelos curvy, pero lo cierto es que solo suponen un 2%. Esto ha sido un error por parte de la industria y pienso que centrándose en un tipo de belleza, el de la delgadez, está perdiendo su sentido”.

Entonces, ¿cambiarías algo del sector? “Eliminaría el hecho de que sean tan estrictos con las medidas y las tallas. Lo cambiaría en los castings y también a la hora de crear prendas. Todos queremos vernos bien independientemente de nuestra constitución. Debería diseñarse pensando más en el público real”.

¿Y cuál sería la verdadera esencia de la moda? “La capacidad de hacerte sentir bien, seguro y de mejorar tu humor”.

¿Cómo compaginas tu actividad como modelo con los estudios en Periodismo en la ULL? “Con facilidad. La carrera es lo principal, en ella se va la mayoría de mi tiempo, y esto se debe a que es la pasión de mi vida. Desde que tenía unos trece años sabía que quería estudiar Periodismo. En cuanto a la moda, está suponiendo un pasatiempo con el que me divierto y con el que estoy conociendo a personas muy agradables”.

¿Cómo te ves en el futuro: como modelo o como periodista? “Como periodista, pues, tal y como decía, sin duda alguna es mi sueño. De cualquier forma, no descarto seguir con el modelaje porque es algo con lo que disfruto”.

Reportaje fotográfico: Cristian Hernans

Lo último sobre ULL-Hunter

Ir a Top