Carina Westphal, Andrea Amodio, Camille Bricogne y Pietro Buzzi están viviendo, posiblemente, la experiencia más intensa de su vida. Foto: A. Barbuti

Vida de Erasmus

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En el veinticinco aniversario del nacimiento del programa Erasmus, un programa de intercambio entre los países pertenecientes a la Unión Europea, la Universidad de La Laguna tiene un total de 774 convenios firmados, con un total de 380 universidades de 29 países europeos. Pietro Buzzi, Camille Bricogne, Andrea Amodio y Carina Westphal son solo cuatro de los 447 estudiantes comunitarios recibidos durante el curso 2018/19, la mayoría de los cuales han llegado desde Italia y Alemania.

Pietro Buzzi es un estudiante italiano de 24 años, estudiante de Economía. Tenerife le da una sensación de libertad increíble y le parece extraordinario el estilo de vida canario, sobre todo la manera en que se toman las cosas. Cuando se vaya, lo que mas va a extrañar son las playas (su preferida es Abama): «Aquí, diferentemente de donde vivo en Italia, puedo ir a la playa todos los fines de semana, y cada vez a una diferente, cada una con sus peculiaridades», añade. El único pero puede encontrar es el clima de La Laguna.

Pietro Buzzi se quedaría a vivir aquí para un periodo más largo, pero todavía no sabe si sería para siempre porque echaría mucho de menos a Italia: «La ciudad natal siempre es un lugar donde uno regresa con mucho placer y Canarias están muy lejos de ella», explica.

¿Como te ha cambiado esta experiencia? «Sinceramente, no mucho. No es la primera vez que voy a vivir fuera de Italia y lejos de mi familia y mis amigos».

«Tenerife me da una sensación de libertad increíble»


Camille Bricogne, estudiante francesa de Filología, tiene 20 años y está en Tenerife desde septiembre y opina que un año para vivir aquí es perfecto. No se quedaría mucho mas porque hay muchas diferencias con respecto a su país, que para ella serían un problema, como el nivel de vida, mucho más bajo que en Francia, y el aislamiento de la Isla. «Tendría la impresión de aburrirme y de estar demasiado alejada del resto del Mundo», apunta. Además, desde su punto de vista, la comida es demasiado grasa e insana, el clima de La Laguna es demasiado húmedo y el sistema de transporte es un poco desorganizado.

Incluso no valora mucho el estilo de las clases universitarias: «Aquí son demasiado teóricas y largas. Nunca practicamos y el sistema de evaluación me parece un poco raro… Mucho estrés para nada. En Francia tengo la impresión de que estoy aprendiendo algo, mientras que aquí, no», comenta.

Sin embargo, incluso Camille está enamorada de Tenerife, de sus paisajes increíbles, de la manera de vivir y las fiestas: «Los Carnavales y las romerías son fiestas totalmente locas, imprescindibles e inolvidables». Pero lo que mas va a echar de menos es la gente, amable, positiva, generosa, sincera y orgullosa de su isla. «En Francia no es así: la vida es mucho mas estresante y las personas son negativas, se quejan de todo y siempre están juzgándote», concluye.

¿Como te ha cambiado esta experiencia? «Siempre he sido una persona positiva y alegre, pero desde cuando estoy aquí creo que lo soy aun más. Me he dado cuenta de que la vida es bonita, los encuentros con la gente son importantes y positivos, y que las culturas diferentes de la mía siempre son interesantes. He aprendido a amar la vida de manera simple y a alegrarme de las cosas pequeñas. Además, gracias a esta experiencia me he enterado de que no quiero quedarme a trabajar en el mismo sitio durante toda mi vida, sino disfrutar de lo que me ofrece el mundo, conocer más gente y más culturas. No quiero que mi futuro sea planificado, sino vivir al momento. Ahora sé lo que quiero, para mi vida privada e incluso profesional».

«Los Carnavales y las romerías son dos fiestas totalmente locas, imprescindibles e inolvidables»


Andrea Amodio es un chico italiano de 22 años. Estudia Economía, donde además está haciendo prácticas. Por eso sus jornadas son muy intensas, aunque le queda tiempo para disfrutar de las playas (su favorita es la de Las Teresitas) y de las fiestas de Tenerife. Sobre todo le encantan las romerías «llenas de tradiciones».

El sistema universitario español le encanta porque es mucho mas practico con respecto al italiano que es casi solo teórico y cree que los españoles puedan aprender más, aunque estudiando menos. Por supuesto Tenerife también tiene sus fallos. Así, dice que hay demasiados turistas y el sistema sanitario no es de los mejores: «Estuve muy enfermo y necesitaba que un médico viniera a visitarme en casa, lo que aquí no existe y eso me pareció muy raro», subraya. Sin embargo, se quedaría a vivir aquí para siempre: «Prefiero la gente de aquí, los paisajes, las fiestas, la Universidad. Además, la vida es mucho mas barata que en Italia», concluye.

¿Como te ha cambiado esta experiencia? «Gracias a ella ahora me siento mucho más abierto, extrovertido y despreocupado. Ahora siempre quiero hacer muchas cosas mientras que antes creo que era un chico mucho más aburrido».

«Prefiero la gente de aquí, los paisajes, las fiestas, la Universidad… Me quedaría para siempre»


Carina Westphal es una estudiante alemana de 23 años. Está de Erasmus en La Laguna desde el primer cuatrimestre y estudia Filología Española. «Ya manejaba bastante el idioma, pero en estos meses he mejorado enormemente, sobre todo en lo que concierne a la vida cotidiana. Cuando llegué aquí me resultaba más fácil analizar un poema del Renacimiento que pedir comida en un restaurante. Por suerte, eso se ha cambiado», afirma. Carina Westphal suele practicar muchísimos deportes como la natación, la escalada y la equitación, y le encanta hacer senderismo, más que ir a la playa.

Dice que Tenerife es muy diferente de Alemania, especialmente en la gente. «El problema de los alemanes es que piensan demasiado en vez que actuar, les falta la facilidad de vida. En cambio, los canarios son mucho más abiertos, simpáticos y cariñosos, transmiten tranquilidad, felicidad y optimismo, porque hay una solución para todo», concluye. En cuanto a aspectos negativos, echa de menos encontrar una «verdadera ensalada» en los menús de la Universidad y la calefacción, que no existe, «aunque La Laguna, con su microclima, la necesitaría».

¿Como te ha cambiado esta experiencia? «Siempre he sido una persona abierta y feliz, y siempre me ha gustado ver el mundo y descubrir otras culturas, pero tengo la impresión de que el Erasmus lo ha reforzado todo. Ahora me resulta muy fácil conocer a nueva gente. Los pequeños prejuicios que tenía antes han desaparecido. Ahora veo mucho mas los lados positivos de la vida, que los negativos».

 

Alumno de Erasmus en la Universidad de La Laguna (Grado de Periodismo). Estudio Comunicación en la Universidad de Milano Bicocca.

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