Protesta en Las Raíces por las condiciones del centro de internamiento. Foto: PULL

Residentes de Tenerife se suman a las protestas migratorias en Las Raíces

Solidaridad

El Campamento de Las Raíces, en Tenerife, alberga a personas de Senegal, Gambia, Marruecos, Mali y Mauritania, entre otros países africanos, en situación irregular, desde su apertura el 5 de febrero. Comparten carpas de plástico en grupos de treinta para dormir sin apenas mantas o agua caliente. Ayer martes, 15 de febrero, 23 de ellas pasaron una primera noche fuera del centro para reclamar un trato justo y poder viajar a Europa. Hoy miércoles serán más de cuarenta quienes protagonicen la protesta. Afirman que no entrarán al Campamento hasta que se les escuche. A la protesta se han sumado más de 70 personas de la Isla para ofrecer acompañamiento, productos de primera necesidad y asesoramiento.

Esta iniciativa nació hace dos sábados tras la VIII Marcha por la Dignidad convocada por la plataforma Canarias Libre de CIE (Centros de Internamientos de Extranjeros), en la plaza de la Candelaria de la capital tinerfeña, en favor de los derechos de las personas migrantes. En ese momento se organizó una asamblea y la gente empezó a unirse a través de diversas redes sociales y aplicaciones de mensajería. También se crearon seis comisiones para dividir el trabajo: asesoramiento jurídico, aprovisionamiento de materiales y comida, comunicación externa, búsqueda de contactos y traducción, acompañamientos a comisaría y búsqueda de casas de acogida.

Dormir al raso, queja pacífica en el Campamento de Las Raíces. Foto: PULL

Un voluntario señala que aunque reconocen que la labor de diversas organizaciones es importante, «no es suficiente». Añade, además, que se sabía que esto iba a pasar y que «se podría haber hecho una previsión mucho mejor». Subraya, asimismo, que, en general, no se ofrece trato médico más allá de analgésicos. «Están muy agradecidos y desesperados por ayuda. No tienen apoyo de nadie, nadie se preocupa por ellos y agradecen muchísimo, simplemente, una conversación», ultima.

«Quiero estudiar y trabajar. Para comer, me quedo en Marruecos»


El CIE de El Rosario llegó a inundarse durante un temporal de lluvias y se repiten los cortes de luz. A algunos internos les fue confiscado su pasaporte y desconocen cómo recuperarlo, cómo viajar o cómo solicitar el asilo. Hay jóvenes, algunos menores de edad, que quieren proseguir con sus estudios medios o universitarios, pero no tienen las vías para hacerlo.

La mayoría expresa su deseo de viajar a países europeos para estar con sus familias y trabajar. «Quiero estudiar y trabajar. Para comer, me quedo en Marruecos. En Marruecos también hay comida», explica un joven de 23 años. Como muchos de sus compañeros, lleva cuatro meses esperando soluciones: «Siempre me dicen que mañana, mañana, mañana…». Después de haber pasado cuatro días en una patera con 32 compañeros, y de haber sido recluido primero en Arguineguín y ahora en Las Raíces, insiste en querer trabajar y buscarse un futuro.

 

 

Lo último sobre Solidaridad

Ir a Top