Laura Aguilera valora positivamente las políticas en materia de género en esta crisis.

«Pese al COVID-19, erradicar la violencia machista sigue siendo una prioridad»

Sociedad

Laura Aguilera Ávila es profesora del Departamento de Ciencias de la Comunicación y Trabajo Social de la Universidad de La Laguna. Imparte clases en el Máster en Estudios de Género y Políticas de Igualdad  y en el de Intervención y Mediación Familiar, Social y Comunitaria. Hasta el mes de enero del año en curso ocupó el cargo de directora de la Unidad de Igualdad de Género de la ULL y actualmente es secretaria del Instituto Universitario de Estudios de las Mujeres. En su trayectoria académica destacan diversos episodios de investigación y docencia ligadas a la desigualdad y la violencia de género así como un nutrido grupo de publicaciones y seminarios en torno a esta temática.

¿Qué valoración realiza acerca de la actualidad sanitaria y la posición en la que aparecen las mujeres maltratadas? «Extremadamente complejo. Nadie hubiese pensado que estaríamos sufriendo las consecuencias de un virus de esta naturaleza en pleno siglo XXI. Aun así valoro la unión de la ciudadanía, mostrando fraternidad y compromiso firme para superar cuanto antes esta etapa. Los colectivos sociales más vulnerables son una vez más los que se llevan lo peor en épocas de cambios convulsos, de ahí que exijamos mayor visibilidad para ellos, protegiéndolos con especial dedicación. Diecisiete mujeres han sido asesinadas por sus parejas en España en lo que va de 2020. La última víctima conocida fue asesinada el día 20 de este mes a manos de su marido. Con esta terrible cifra sobre la mesa se confirma el carácter imparable de esta lacra de largo recorrido, sin visos de solución a corto plazo».

¿Qué opinión le merece el Plan Nacional de Contingencia contra la Violencia de Género aprobado por el Consejo de Ministros el pasado día 17 de marzo? «Es un momento en el que se habla del colectivo sin que se refiera desgraciadamente a un fallecimiento así que considero que los pasos dado son muy positivos, se está teniendo en cuenta a las mujeres que están en esta condición. El citado Plan pone el foco en una situación dramática para miles de ellas, marca líneas de actuación y moviliza recursos humanos y herramientas por toda la geografía. Además, entiende los servicios de atención a mujeres víctimas de violencia como esenciales, prioritarios. Pese al COVID-19, erradicar la violencia machista sigue siendo una prioridad. Vivimos un periodo extraordinario que requiere de acciones valientes y eficaces por parte de los gobiernos».

«Pedir la mascarilla 19 es otra herramienta útil para denunciar agresiones»


¿No cree que las víctimas de violencia machista quedan desprotegidas en este tiempo de incertidumbres? «Sí, especialmente para las que conviven con los agresores, con quienes no han dado el paso de acabar con la relación o no han podido hacerlo. Pero si es cierto que, en estos momentos, a quienes tienen una orden de alejamiento puede ser más sencillo debido a que hay menos gente en la calle. Me consta que existen patrullas policiales con asignaciones específicas para activar un seguimiento a una serie de denunciados con órdenes en vigor. Se siguen reproduciendo conductas inapropiadas en muchos hogares, situaciones violentas y de opresión que se deben denunciar utilizando los canales habituales. Solicitar la mascarilla 19 en la farmacia más cercana es otra opción viable, una ventana de gran valor para asistir con rapidez y discreción».

Se persigue la igualdad efectiva entre hombres y mujeres. ¿Es real esa efectividad en el campo laboral? ¿Y en la vida universitaria? «En la primera seguimos viviendo una segregación horizontal muy potente, profesiones con una alta masculinización frente a otra labores desarrolladas mayoritariamente por féminas. Estas últimas ocupaciones suelen ser de menor cualificación y están peor remuneradas. Poco a poco estamos viendo avances pero queda mucho por hacer. En el ámbito de nuestra universidad existe la misma problemática, un techo de cristal que limita nuestro ascenso como docentes en los órganos de dirección. En ciertos grados la vinculación de los estudios con el sexo resulta ciertamente llamativa y es fruto de la sociedad patriarcal que aún se mantiene ahí fuera».

«Vamos a vivir un ciclo de retrocesos que a nosotras nos afectará con virulencia»


¿Qué falla ahora en la agenda de los gestores públicos a la hora de proteger a la mujer ? «Hecho en falta que se hable más de propuestas para combatir a quien atenta y se adueña de vidas ajenas. Entiendo que los medios de comunicación se pueden explotar más para hablar más de reeducación y claves que aporten algo de seguridad para las víctimas. No obstante, como siempre, faltan medidas contundentes para perseguir a quienes ejercen la violencia y no sólo nombrar a quienes la sufren».

Se avecina una nueva crisis económica, según algunos expertos. ¿Cree usted que nos encontramos ante lo que será un retroceso de los derechos de la mujer? «Por desgracia va a haber una desaceleración general que tendrá una mayor incidencia en el lado femenino porque ya tiene peores condiciones de trabajo, con efectos dolorosos que tendremos que analizar con suma prudencia. Serán tiempos muy difíciles pero debemos aprovechar esta coyuntura para visibilizar nuestras capacidades y no solo de superación, sacrificio y empuje, sino toda la labor no remunerada que realizamos de forma habitual. Terminaremos actuando como motores vitales de la próxima recuperación, una vez superemos este paréntesis histórico».

Lo último sobre Sociedad

Ir a Top