Juan Antonio, junto a sus pupilos en la ULL.

Pasión por el fútbol sala

Deportes

El auge del fútbol sala en los últimos años es una realidad. Su apogeo ha estimulado la inscripción de multitud de universitarios con afán de participar en su práctica. Una disciplina que no solo compite por arrebatar la hegemonía del fútbol, sino que, hoy por hoy, se ha configurado como una de las actividades predilectas en la ULL.

Miguel Pinelo Casas y Álvaro Ramos Torío estudian Turismo. Al margen de sus estudios, hace poco más de un mes se lanzaron al aprendizaje del fútsal gracias a la oferta presentada por la Universidad. En pocos entrenamientos, han experimentado el sacrificio y la intensidad que requiere un deporte que no rebaja su demanda. “Los entrenamientos son bastante duros. Se combina la capacidad técnica del futbolista con la intensidad necesaria en cada jugada”, comentan.

Miguel Pinel (izquierda) y Álvaro Ramos (derecha), a la salida de una de sus clases de turismo.
Miguel Pinelo y Álvaro Ramos, estudiantes de Turismo.

Ambos provienen de las raíces del fútbol 11, uno de los deportes que sirvió como base para la creación de su equivalente en un terreno con dimensiones reducidas. A pesar de su inevitable conexión, su fundamento en la práctica es totalmente opuesto al de su antecesor. “El fútbol sala exige más intensidad que el fútbol 11. La inteligencia del jugador y el rigor táctico también son cruciales”, analiza Álvaro. Por su parte, Miguel estima la importancia de “la habilidad con el balón y la explosividad en el juego».

La preparación de los inscritos a la actividad corre a cargo de Juan Antonio García Torres. Juanan, como le conocen sus allegados, es monitor de fútbol sala de Nivel III por la Federación Española de Fútbol. A pesar de ser su primer año como preparador en la Universidad, cuenta con doce años de experiencia como técnico deportivo que lo avalan como conocedor de esta disciplina. “El fútbol sala es un deporte que evoluciona año a año, que se fundamenta en cambios de ritmo cortos, movimientos explosivos y jugadas que se realizan en milésimas de segundo”, explica García. “Además, tiene gran variedad de recursos tácticos, convirtiéndolo en un deporte donde la inteligencia del jugador debe ser latente en sus acciones”, afirma, Por encima de todo, atribuye como cimientos indispensables «el respeto y el afán de superación».

El preparador ofrece su punto de vista acerca del fútbol sala de nuestras islas, a la vez que realiza una crítica a la enseñanza que reciben los formadores: “Estamos lejos de otras ciudades españolas, pero en constante evolución gracias al desarrollo que está teniendo nuestra base. Tenemos que mejorar en muchos aspectos y, el principal, es la formación de nuestros instructores, ya que no se adecua a su desarrollo”, reprocha.

Respecto a la dinámica de sus entrenamientos, aclara que no suele ser repetitivo con sus ejercicios. «Lo que sí repito son sus objetivos. Intento que el trabajo que se realice sea integrado, dejando lo analítico para situaciones muy específicas”, concluye.

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