El escritor canario Yeray Barroso destacó la importancia de lo cotidiano en su poesía. Foto: Texeneri L.
El escritor canario Yeray Barroso destaca la importancia de lo cotidiano en su poesía. Foto: Texeneri L.

‘Nunca seré mi madre y no pariré a mi hermana’, la nueva obra de Yeray Barroso

Literatura

Tenerife Espacio de las Artes (TEA) acogió ayer jueves, 8 de abril, a las 19.00 horas, la presentación del poemario Nunca seré mi madre y no pariré a mi hermana del escritor Yeray Barroso. La actividad se programó dentro del ciclo Diálogos de escritura, y contó con la participación de la librera Izaskun Legarza y la escritora Aida González Rossi, quienes conversaron con el autor acerca de diferentes aspectos de su poesía.

Este libro editado por Libero Editorial es el tercer poemario que publica el autor, graduado en Español: Lengua y Literatura por la Universidad de La Laguna. Sus anteriores títulos, Huida al centro del agua (2015) y Ceremonia (2018), le han valido un reconocimiento como joven creador de las Islas, llegando a recibir por su segundo poemario el premio de Nueva Escrituras Canarias. En esta reciente obra, prologada por Daniel María, el poeta decide centrarse en la idea de la concepción del cuerpo y la relación que este mantiene con la identidad de cada individuo.

Durante el evento destacó el interés literario del escritor por la cotidianidad, lo cual se refleja en sus versos. Aunque confesó que antes era más lírico, la lectura de escritoras como la portuguesa Matilde Campilho le han cambiado su manera de afrontar el ejercicio de escribir. «La trascendencia está muchas veces en lo cotidiano», expresó al respecto.

El cuerpo como reflejo de nuestro yo


El libro se divide en una parte titulada igual que la obra y Visiones del paraíso. Al principio se pretende responder desde una búsqueda poética a la pregunta: ¿Es posible pensar al otro como otra cosa que no sea cuerpo? En este sentido, Barroso entiende que lo corpóreo nos limita qué es lo que podemos llegar a ser. «El yo es tu cuerpo, como vives tu realidad, pero no entendido como lo físico solo, la carne, sino también lo político o geográfico», aclaró, mencionando la variedad de circunstancias y condiciones que nos definen.

En cuanto a la estructura, Aida reseñó el orden alfabético en la que están contenidos los poemas de la primera parte. Yeray explicó que se trata de un límite autoimpuesto con significado, pues pretendía así ceñirse a las letras de manera que recordaran a una persona, pues es algo que de igualmente empieza y termina como el abecedario (de la A a la Z).

La alteración del yo por la sociedad y la turistificación


En la segunda mitad existe un contraste, ya que la naturaleza que predominaba da paso a un paisaje más urbanizado, fruto de su experiencia viviendo en Mesas del Mar. Estos textos plantean de forma cruda, y a veces irónica, el daño que puede hacer el contexto social actual a nuestra propia identidad. Reflexionó así sobre la imagen personal idealizada que alojamos en el perfil de las redes sociales. «Ofrecemos un ideal que no se corresponde con la verdad, contrastando con lo que vemos cuando nos miramos al espejo», criticó.

Esta misma reflexión le lleva a poner el foco en cómo alteran otros fenómenos como el turismo a la identidad canaria en este caso, haciendo que se asuman cosas como propias que no son sino un reclamo publicitario.

Siempre me ha gustado ver la belleza en todo lo que me rodea. Actualmente soy estudiante en los grados de Periodismo e Historia del Arte en la Universidad de La Laguna.

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