El grafitero Erik Vestraete, fundador del proyecto. Foto: R. Lomba

‘Muros Libres’, una alternativa abierta

Sociedad

La iniciativa Muros Libres nace bajo la visión de Erik Vestraete como antiguo grafitero ilegal, perteneciente a una de las agrupaciones más conocidas de Tenerife, AIR. Cuenta además con Ayoze Álvarez como cofundador, integrante de la Asociación Cultural Uvedevida. Es su perspectiva dada por años dedicados a esta manifestación de arte urbano lo que mueve esta idea. El funcionamiento es simple a la par que efectivo: existen una serie de muros repartidos por la ciudad de La Laguna que se reconocen como localizaciones libres. Esto supone que están reconocidos tanto por el Ayuntamiento como por la Policía y que, por lo tanto, cualquier persona es libre de pintar en ellos.

Erik Vestraete destaca que no es necesario ningún tipo de acreditación, como sí pasa en proyectos similares en otros lugares. Asimismo, uno de los grandes puntos a favor de este proyecto es, como su nombre indica, la libertad que tienen los grafiteros a la hora de crear sus obras. Antes del nacimiento de esta iniciativa, la Policía llevó a cabo redadas contra los más populares de la Isla, dejando tras su paso grandes sanciones económicas. Fue una acción sin precedentes hasta ahora ya que contó, incluso, con un calígrafo para identificar el estilo de cada uno de los sancionados.

¿Esta idea ha traído algún tipo de conflicto dentro de la comunidad grafitera en La Laguna? «Sí, hagas lo que hagas, y esto es a título personal, siempre va a haber alguien que hable mal de ti, así que no debes dejar que eso te limite. En este entorno donde la mayoría nos conocemos, es normal que haya envidias y malos rollos. Luego, por otra parte, hay gente que piensa que el grafiti debe ser auténtico, es decir, ilegal».

Pero ya la situación está más tranquila, ¿no? «Por suerte, aunque costó mucho ganarse la confianza de la gente. Pero hay que tener una cosa clara y ya no solo en La Laguna sino en general. Si los pibes están pintando de forma ilegal es por algo, porque les gusta que esté su nombre en todos lados o porque no tienen esa cancha donde poder hacer las cosas. Y no es que yo tenga una cruzada contra esta modalidad, yo la he vivido desde dentro y sé que tiene su atractivo, pero cuando la Policía multa son los padres quienes tienen que afrontar el pago».

«Antes grafiteabas en la calle para la calle y ahora, en muchas ocasiones, se hace para Instagram»


¿Y cómo fue su pasado ilegal cuando pintaba con AIR? «Era un mundo distinto. Cuando empezamos lo hacíamos con otra filosofía, había piques y rencillas. Todo era porque nos motivaba, éramos unos cuantos y montábamos cada plan cuando pintábamos… hasta con walkie-talkies. Ja, ja, ja… Pero eso ya es cosa del pasado. Yo ya no estoy para levantarme de madrugada de forma más o menos rutinaria. Además, una gran diferencia que veo es la influencia de las redes sociales. Antes grafiteabas en la calle para la calle y ahora, en muchas ocasiones, se hace para Instagram».

Además, en Muros Libres también se realizaron algunos concursos benéficos. ¿Cómo surgió esta iniciativa? «Pues esto nace desde entidades como Cruz Roja que, buscando fórmulas novedosas para acercarse a la gente más joven y a través de nosotros montaron ese concurso con la temática de la ONG, para que quedase un tiempo en las calles de La Laguna. Este tipo de acciones nos llevan también a dar a conocer un poco más el proyecto, a dinamizarlo y conseguir que la gente se mueva ya que había incluso un premio».

 

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