Muerte por el periodismo

Opinión

Imagine que lleva una vida cualquiera. Se despierta, se prepara y va a su puesto de trabajo, como un día más. De camino, unas personas que iban detrás de usted en un coche, persiguiéndole, lo acorralan y lo secuestran. Llegados a este punto, existen dos posibilidades: o bien su vida puede acabar ese mismo día debido a las balas que traspasarán todo su cuerpo; o, si no, puede estar retenido siendo torturado hasta que, finalmente, acaba sin vida. Puede parecer una historia dura, de esas que solo creemos que son posibles en las películas. Matar a alguien por ejercer su profesión, por aportar, en este caso, información a la población; uno de los derechos esenciales de cualquier ciudadano. ¿A quién se le podría pasar por la cabeza cometer un acto tan atroz? La respuesta es clara: al que no quiere que algo se sepa.

La realidad es que esto sucede. En lo que llevamos de año, apenas 5 meses, en México, han sido asesinados (sí, asesinado), 3 periodistas. El último, Leobardo Vázquez Atzin, la noche del 21 de marzo. No, su muerte no fue causa del azar: fue algo intencionado. Como él, 12 fueron los homicidios cometidos contra reporteros en el año 2017. Además, muchos siguen desaparecidos y, por otro lado, estos crímenes aún siguen sin un castigo para los responsables.

Informar para ayudar a la humanidad


Decía Kapuscinski que “el deber de un periodista es informar; informar de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia”. Resulta curioso que, precisamente, todas y cada una de las víctimas de este horror no han hecho más que trabajar en lo que les gusta. No han tenido otro fin que el de ejercer otro de sus derechos, el de la libertad de expresión.

Nos están matando. Nos matan por decir la verdad. Nos matan por contar aquello que no quieren que se sepa. A pesar de todo, no hay que tener miedo. Aunque nos separen las fronteras, esta es también nuestra lucha. Es legítimo contar la realidad, poner en conocimiento de las personas qué sucede en el mundo, qué les puede afectar. Solo así, siendo valientes, habremos ganado esta batalla.

  • Foto: Diario ABC