El Torres ha compartido con sus seguidores títulos como 'Nancy in Hell' o 'Apocalypse Girl'. Foto: PULL

«Lo único que podemos hacer los escritores es poner las obras gratis»

Cultura / Ocio

Juan Antonio Torres, más conocido como El Torres, se acaba de sumar a la lista de autores que, para amenizar los días de cuarentena por el coronavirus, pone a disposición de los lectores varios de sus cómics de forma gratuita. El guionista malagueño compartió en su cuenta de Twitter un enlace para descargar todos los tebeos de la editorial Karras, que incluye títulos como Nancy in Hell, Apocalypse Girl o La llamada del bosque de los suicidas. Es una oportunidad para que los amantes de este tipo de relatos que aún no conozcan su obra puedan acceder a ella sin ningún coste.

¿Cuándo y por qué empezó en el mundo de las historietas? «Bueno, es complicado de explicar. Yo era muy pequeñito cuando mi abuelo me enseñó a leer usando los tebeos. Mis primeros pasos profesionales fueron ya en la década de los noventa  y es algo que siempre me ha gustado, contar historias. No es algo que elijas, es algo que tienes que hacer sí o sí».

En sus obras por lo general trata aspectos muy diversos. ¿De dónde saca su inspiración? «Yo no diría que mis obras son muy diversas, sino que normalmente las cuento a públicos muy distintos. Me he dado cuenta de que hay una serie de temas que suelo tratar en casi todas pero cuando uno tiene las intenciones de crear una historia es esperar a que surja la idea y darle más o menos un enfoque según las cosas que uno conoce. Siempre se comenta que los escritores tienen que escribir de lo que no saben y lo que saben tienen que aprenderlo. Hay que tener siempre una base para poder documentarse debido a que los lectores son muy inteligentes y se dan cuenta de cuándo algo está sacado de la manga».

«Las historias más populares son aquellas por las que los editores no daban un centavo»


De todas sus historias, las que han conseguido un mayor reconocimiento por parte de la crítica han sido las de la Trilogía de la G. ¿Esperaba este éxito? «La verdad es que no. En estos momentos estoy terminando la última de la saga, la de Galdós, y a ver qué tal sale porque está siendo un hueso bastante duro de roer. Ha tenido mucho éxito crítico también por círculos ajenos a la cultura del tebeo. Curiosamente las historias más populares son aquellas por las que los editores no daban un centavo. Esas historietas tienen dos vertientes: una parte crítica que aplaude obras como El fantasma de Gaudí, pero también hay muchísima gente que apoya productos como Apocalypse Girl, que me está trayendo muchas alegrías».

Usted no se enmarca en un solo género pero, ¿hay alguno en específico que disfrute más escribiendo? «Hay dos en concreto. Uno es la fantasía, siempre con toques de humor, pero la fantasía de brujerías y de gente que se busca la vida a base de hachazos y de espadazos. Es muy divertido para mí ya que es un mundo donde todo es muy mítico y es un género que disfruto mucho. Pero si algo me gusta es el género del terror, que me sirve para aplicarlo a muchas cosas. Por ejemplo en Apocalypse Girl o incluso en Virtual Hero hay elementos de cosas de terror que me gustan muchísimo. Los terrores son universales y puedes contárselos a cualquiera de cualquier edad».

En su trayectoria profesional ha impulsado a la creación de varias editoriales. ¿Qué le llevó a tomar la decisión? «Pues no es algo que yo escogiera para contar cosas diferentes sino que es algo que tuve que realizar por necesidad. El motivo es que tenía que contar muchas historias y casi ninguna editorial te da rienda suelta para contar lo que tú quieres, en la cantidad que tú quieres y cómo tú quieres. Dije «si no me lo acepta nadie, lo hago yo solo». A mi no me gusta considerarme editor porque mi vocación no es esa, es ser escritor. Que para eso tengo que crear una editorial, pues tendré que ponerme a ello».

«El mercado americano te permite tener visibilidad en todos los países del mundo y te permite empezar»


Decidió crear la editorial Amigo para publicar tebeos en los Estados Unidos. ¿Por qué tuvo la idea de apuntar hacia el mercado norteamericano? «El mercado americano te permite una cosa que no te permite el mercado español. Te permite que sin mucho respaldo económico puedas ajustar tus tiradas a lo que te piden los comercios. Por ejemplo yo oferto un cómic, llegan los pedidos y conforme a esos pedidos yo imprimo, por lo que no pierdes tanto dinero. Eso no lo tiene ningún otro mercado. En España los editores son muy valientes e imprimen a ciegas, no hay una previsión de ventas. Se pueden encontrar con que haya que hacer más ediciones o que muchas ediciones se devuelvan. El mercado americano te permite tener visibilidad en todos los países del mundo y te permite empezar».

El año pasado lanzó también la editorial Karras para publicar los tomos en España. ¿Vio cierto cambio en el mercado español que le llevara a tomar la decisión? «No, en España ninguno estaba muy inclinado a pillarla ya que todo el mundo quiere un entorno más de novela gráfica. No sabía muy bien qué hacer al respecto, así que con unos amigos, con Cristina Carrasco y con Massimo Rossi, lo intentamos en España pero con nuestras propias condiciones. Decidimos saltarnos el sistema de distribución para trabajar de forma directa con las tiendas y con los lectores. Eso nos limita mucho en cuanto a la amplitud y la distribución, pero también nos permite no arriesgarnos demasiado y crear un buen producto».

Muchos youtubers se han embarcado en los cómics en los últimos años y usted mismo colaboró en el libro de El Rubius. ¿Cree que esto ofrece una mayor visibilidad o que supone una dificultad para otros historietistas? «La cosa es que cuando se publican cosas como Virtual Hero el cómic que se crea no afecta para nada a la esencia propia que ya tiene el tebeo. Es una cosa muy puntual en la que ni siquiera las personas que se encargan de elaborarlo y de promocionarlo tienen relación con este mundo. Pero es que tampoco los lectores son habituales del cómic. El público es gente que hasta ahora no se acercaría al mundo del tebeo pero que gracias a eso empiezan a verlo. De todas maneras, nunca es perjudicial para la historieta sino todo lo contrario ya que nos abre y nos da una mayor visibilidad».

«Los tebeos de superhéroes siguen siendo gigantes pero ahora el campo de las ideas pertenece a lo indie«


Los tebeos independientes o con pocos tomos también tienen que competir en el mercado con grandes compañías como Marvel o DC. ¿Cree que el éxito de estas sagas dificulta la aceptación de nuevas historias? «El tema es que Marvel y DC, entre los dos, se llevan casi el 90 % del mercado. Y son máquinas enormes en las que entras, haces el trabajo y sales después. Yo he sido muy fan tanto de Marvel como de DC. Pero en los años setenta lo que se inventaba en los tebeos de superhéroes se aplicaba en el resto de cómics. En esta época es al revés. Los pequeños éxitos puntuales corresponden a los cómics independientes y en muy raras ocasiones ocurre en primer lugar en un tebeo mayor. Económicamente siguen siendo gigantes pero ahora el campo de las ideas pertenece a lo indie«.

He visto que se sumó a la iniciativa de varios escritores y ha decidido ofrecer a sus seguidores algunas de sus obras gratis durante los días de cuarentena. ¿Qué le llevó a tomar esta decisión? «Fue más bien algo casi impulsivo. Lo que yo sé hacer son cómics, así que hablé con los demás compañeros y dije «voy a poner tebeos gratis». Los puse y luego me llamó Cristina de Karras y me dijo de poner nuestro catálogo entero gratuito online. Tampoco tenemos tantos números, contamos con ocho tebeos. Sacamos el catálogo y si esto puede ayudar a que la gente lea y corra la voz, pues vamos adelante. Lo único que podemos llevar a cabo nosotros, los escritores, los dibujantes y demás, es decir pues yo sé hacer esto, voy a ponerlo de forma gratuita».

Como impulsor de la editorial, ¿no le preocupó el posible efecto negativo que podía suponer a nivel económico? «La verdad es que nos movemos en unos márgenes tan reducidos que el hecho de que te dejen de comprar porque ya han leído tu obra pues tampoco nos afectaría tanto. También tiene su parte positiva porque hay gente a la que le podría acabar interesando la edición digital y que lo pidan en papel en el futuro. Creo que íbamos por 16 000 descargas o algo así, una auténtica brutalidad. Si de esos 16 000, ciense acercan y lo compran ya que les ha interesado, eso que salimos ganando. No pensamos en cómo nos iba a afectar monetariamente porque los que vivimos de escribir y de crear en esto estamos en números y cifras bastante penosos».

¿Está trabajando en algún proyecto nuevo en estos días? «Sí, estoy finiquitando varios guiones que tengo atrasados. Entre ellos Identidades secretas, que es la segunda parte de Hoy me ha pasado algo muy bestia, de superhéroes urbanos. También estoy acabando Galdós y la miseria de la que pensaba sacar dos volúmenes y al final haremos uno para tenerlo finiquitado a finales de este año ya que sacarlo ya no tiene sentido. Y varios más, uno con Vicente Cifuentes al que le tengo muchas ganas, otro de terror… Soy un culo inquieto, no me quedo parado mucho tiempo para contar historias».

Por último, para quien no conozca sus relatos, ¿qué cómic le recomendaría para pasar el confinamiento? «Si son lectores jóvenes, les recomendaría que empezaran por Apocalypse girl porque va dirigido a un público muy juvenil. Aprendí muchísimo con Virtual Hero pero aquí me lo llevé más a mi terreno y sobre todo al público femenino le está gustando muchísimo, lo que es el mejor halago que me podrían dar. Para un público más adulto, hemos liberado la obra que creé con David Balta que es El velo. Le tengo mucho cariño porque es la piedra de toque que ya me orientó para lo que yo quería hacer. Y para la gente a la que le gusta la caña, las motosierras y la diversión pues está Nancy in hell, que es divertida y muy loca».

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