La Champions League, ¿un campeonato de fútbol o un rito sagrado?

Ciencias Sociales y Jurídicas

Heredera de la Copa de Europa, la Champions League surge entre los años 1992 y 1993. Arranca en un momento importante para el fútbol del continente, donde la obsesión por la seguridad, la mercantilización de este deporte y la profesionalización del mismo tomaron mucha fuerza. De esto habló ayer, 19 de octubre, el profesor de Sociología José Luis Castilla Vallejo en la ponencia Fútbol y rito. Una charla enmarcada en el Campus América, el proyecto internacional que se lleva desarrollando en las últimas semanas en la Universidad de La Laguna.

Según el ponente, «este campeonato futbolístico conecta de forma directa con la construcción de una tribu global transversal”, esto significa que millones de personas esperan durante todo el año la llegada de este evento que pasa a convertirse en una ceremonia mundial.

“Un rito son reglas de conducta que describen cómo ha de comportarse un ser humano frente a objetos sagrados”, explicó. Añadió que esto tiene que ver con las dualidades que se crean en torno a esta actividad, donde la más importante es el enfrentamiento de los que, al final del partido, serán el ganador y el perdedor.

«Este tipo de rituales refuerzan las posiciones de poder, que van ligadas a la política y, en algunos casos, a la violencia»


Tras analizar todas las finales, desde 1993 hasta el año 2016, Castilla y su equipo de investigación llegaron a la conclusión de que existen distintas fases que siempre se repiten en la construcción del «ritual de la Champions». Sobre esta cuestión , la conferenciante resaltó que «la utilización de un objeto sagrado, es decir, la famosa copa, aparece en todo momento y desde el principio de la competición como objeto de deseo».

También subrayó la creación de un himno cuya partitura ha sido creada para un acto de coronación que, cada vez que suena, “hace que a los seguidores de este deporte se les erice la piel”. Y, finalmente, la consagración final del mejor equipo de Europa de ese año; aunque aseguró que la UEFA quiere transmitirlo como el mejor conjunto del mundo para competir así con la FIFA. «Sin embargo, este culto no dura un solo partido, empieza desde que se decide dónde se jugará la final», sentenció.

Actos como la Champions sirven para que grandes organizaciones se comuniquen con la sociedad en general, pero “para pensar en qué nos quieren decir estas ceremonias, debemos pensar en lo que la UEFA no quiere comunicarnos”, comentó. Con esto, el sociólogo incidió en que la organización quiere huir de temas como la política o la violencia porque cree que es necesario separarlas del fútbol. No obstante, concluyó que «este tipo de rituales refuerzan las posiciones de poder, que van ligadas a la política y, en algunos casos, a la violencia».

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