Nazanín Armanian y Jostein Gaarder: conocernos para construir un mundo distinto

Cultura / Ocio

La novena edición del foro Enciende la Tierra contó ayer jueves jueves 30 de marzo con la intervención de la politóloga y activista Nazanín Armanian (Irán, 1961) y el escritor Jostein Gaarder (Noruega, 1952) en el Espacio Cultural de CajaCanarias de Santa Cruz. Durante la conferencia titulada El punto de no retorno cuajaron una serie de ideas ligadas con el futuro del Planeta; desde la cuestión medioambiental, hasta el caos que genera la guerra, haciendo hincapié en las mujeres, los derechos humanos y una pregunta fundamental: ¿Qué mundo le dejamos a las generaciones venideras?

El autor de El mundo de Sofía (1991) enfocó su discurso hacia las múltiples dimensiones del problema medioambiental. “Estamos viendo cómo la actividad humana termina con los recursos de la Tierra”, subrayó Gaarder. En un contexto de cambios irreversibles, el pensador noruego recalcó el valor de la naturaleza y los efectos de las pérdidas que se generan a diario: “Ya sufrimos las consecuencias: tormentas, inundaciones, incendios, la desaparición de los glaciares”.

«La Tierra y sus bosques son irremplazables»


“Pertenecemos a la tierra en la que vivimos”, y por ello la población del Planeta es responsable de cuidar su entorno. Al calor de esta reflexión, Gaarder recalcó la idea de materializar una “declaración universal de obligaciones” o de tomar medidas económicas para convertir el consumo energético en algo progresivo y responsable. No obstante, el filósofo acabó poniendo énfasis en que “la literatura y la filosofía son una celebración de la conciencia humana”, y la ciudadanía debe darse cuenta para sanar las heridas de un planeta herido.

A continuación, Nazanín Armanian abrió un segundo ciclo en el que se condensaron Oriente Medio, las mujeres y la guerra. “Cuando te caen bombas, no se puede avanzar”, comentaba la escritora mientras se apoyaba en el material gráfico que se proyectaba a su espalda. “¿Cómo es posible que el mundo tenga una etiqueta musulmana?”, preguntó al mismo tiempo que definía el mapa de las relaciones internacionales con Oriente Medio.

«La guerra siempre es un negocio»


Niños, mujeres, fronteras y dinero se cruzaron en un discurso que expuso a las víctimas de la guerra en Oriente. La intervención de Occidente en estos países ha impulsado la pérdida gradual y sistemática de los gobiernos laicos, para convertirse en teocracias lideradas por la extrema derecha. En este sentido, Armanian analizó la forma en que el velo de las mujeres musulmanas se ha politizado desde los años cincuenta, cuando no se empleaba prácticamente, hasta la actualidad, que se ha legislado para que todas las mujeres a partir de los siete años lo utilicen: “No estamos hablando de una cultura, sino de una norma impuesta”.

Las ponencias se cerraron con el aplauso de todos los asistentes, para dar paso a un turno de preguntas en el que la moderadora Verónica Galán ofreció la oportunidad al público de plantear sus dudas a ambas figuras. A modo de respuesta a una de las preguntas, Gaarder demostró cierto optimismo ante un mundo que podemos predecir, pero realmente desconocemos: “El pesimismo es otra palabra para hablar de pereza”.

Un asiento en la mesa del inconformismo y lo aberrante. Proyecto de tantas cosas. Transparente por cualesquiera que sean sus costados. Ademán de periodista.

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