El investigador resalta la eficiencia de algunos cannabinoides como fármacos. Foto: David Rodríguez

García Arencibia: «Algunos cannabinoides son fármacos seguros»

Ciencias de la Salud

Moisés García Arencibia es doctor en Bioquímica y Biología Molecular. Actualmente, imparte docencia en la Universidad de La Laguna y posee un largo historial como investigador en cannabinoides y su papel en las enfermedades neurodegenerativas. El grancanario, que ha desarrollado su carrera profesional en lugares tan destacados como la Universidad de Cambridge o en el Campus de Excelencia Internacional CEI-Moncloa, entre otros, vuelve a las Islas para continuar su labor en la institución lagunera.

Preguntado por las dolencias que se tratan con los elementos objeto de su estudio, García Arencibia señala que «actualmente, existen compuestos como el dronabinol y la nabilona, derivados del tetrahidrocannabinol, el principal constituyente psicoactivo del cannabis, cuyo uso está aprobado para el tratamiento de las náuseas asociadas a la quimioterapia y de la anorexia asociada a pérdida de peso en pacientes de sida». «También, se comercializa el Sativex, un extracto de Cannabis sativa, para el tratamiento del dolor asociado a la esclerosis múltiple», añade.

Los cannabinoides se utilizan en el tratamiento de enfermedades como la esclerosis múltiple. Foto: David Rodríguez

En cuanto a la situación actual y al foco de debate del uso de la marihuana como planta medicinal, el investigador  comenta que «es legal su uso en algunos países para tratamiento de insomnio, dolor, etc.», aunque destaca que «la evidencia para muchos de esos tratamientos no es suficiente aún». «Los cannabinoides actúan sobre unos receptores, a los que se unen de forma específica como una llave a una cerradura. Estos están en el cuerpo porque nuestro organismo fabrica sustancias que se unen a ellos, denominadas endocannabinoides, y que cumplen distintas funciones tanto en el sistema nervioso central, como el control del sueño, del apetito, de la coordinación motora, del dolor, de la memoria, etc., como en otras partes del organismo como el control de la secreción sebácea en la piel o la formación del hueso, entre otros», comenta.

«La seguridad y eficacia de estos fármacos está demostrada»


El recelo a la investigación y a la implantación de estos fármacos ocupa un espacio en los debates políticos y sociales. En el mundo sanitario, García Arencibia apunta que «cada vez hay menos, tanto por parte de los médicos como de los pacientes», aunque insiste en que «eso no indica que sea la panacea o que, a pesar de que tiene efectos positivos basados en la evidencia científica, pueda consumirse sin control obviando sus efectos nocivos». «La seguridad y la utilidad de algunos de estos compuestos está demostrada», sentencia.

España invierte 302 euros por persona en I+D, muy lejos de la media europea que se sitúa en los 622 euros. «Creo que las farmacéuticas, que son empresas, serán las que deban decidir si invertir o no en cannabinoides, ya que deben percibir negocio en ellos». Aun así, destaca que «hace falta que el Estado invierta mucho más, de modo que no se financien solo proyectos de grupos de investigación grandes y consolidados, sino que se puedan financiar también proyectos de grupos que están comenzando». «Hay que eliminar la endogamia que existe en nuestras universidades», concluye.

Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. A ritmo de ciencia y Rubén Blades. Jefe de la sección de Ciencias de la Salud y Radio en Periodismo ULL.

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