Enrique Gato: “La animación es un medio que me permite hacer lo que quiera”

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Las aventuras de un tierno y alocado albañil que aspira a ser arqueólogo se han colado en los cines y en las casas de millones de personas que disfrutan de las ocurrencias de Tadeo Jones. Todo ello, gracias a que un día Enrique Gato, su creador, decidió dar el paso y convertir las historias del personaje animado en un cortometraje que se llevaría más de sesenta premios en el año 2004. Ahora, en 2018, y tras ser uno de los invitados especiales de la XII edición del Festival Internacional de Música de Cine de Tenerife, el director trabaja en la tercera parte de esta saga.

Si fuera por Gato, se encargaría de todo lo que tenga que ver con la película: “Si pudiera, me escribiría la música de mis pelis. Soy especialmente obsesivo con la parte musical”. Al principio, en sus primeros pasos como realizador, lo hacía pero necesitaba un compositor a la altura. “Es una tarea titánica, enorme” y, si ya de por sí termina con la lengua fuera, “no llego con fuelle para seguir con un proceso tan complejo como la banda sonora”. Alguna de las composiciones que le han marcado a lo largo de su vida son la del Regreso al futuro o las obras de Harry Gregson-Williams, del que destaca Shrek.

«El feeling musical es esencial y es una de las parte más delicadas, ya que tienes que buscar el estilo que case con el largometraje, el tipo de emoción que quieres transmitir en cada escena», comenta. La mayoría de sus proyectos los ha realizado junto al músico Zacarías M. de la Riva y, en Atrapa la bandera, decidió apostar por un nuevo enfoque con Diego Navarro, fundador de FIMUCITÉ.

«El vínculo que hemos creado es esencial para que la música y la imagen sean una sola cosa; y conseguir eso no es trivial, al contrario, es muy complicado”, relata el director. Al fin y al cabo, se trata de un trabajo que requiere de múltiples e incesantes revisiones en las que se busca, según Gato, “esa simbiosis entre las dos áreas para conseguir que salga algo orgánico y que cuando lo veas en pantalla no notes que son entes independientes, sino una sola pieza”.

“Te llevas la creatividad a la tecnología, y esto es lo interesante”


Fundador de Lightbox Animation Studio, el animador apuesta por un entendimiento entre la tecnología y el arte. «Hemos pasado de manejar el lápiz y el papel a herramientas informáticas enormes para conseguir hacer estas creaciones”, afirma. En este sentido, Gato recuerda las palabras de uno de los fundadores de la compañía Pixar, John Lasseter, que decía que “el arte reta a la tecnología y esta inspira al arte”.  Además, por su formación inicial como ingeniero informático esta resulta una evolución perfecta. «De igual manera que se experimentaron con diferentes materiales, bocetos, colores o expresiones en épocas anteriores, ahora es la tecnología la que, a su vez, permite evolucionar al arte”, asevera.

Durante su trayectoria, también se ha sumergido en la industria del videojuego, en la cual ha experimentado con múltiples formatos y tomado como piedra angular la invención personal: “Te llevas la creatividad a la tecnología, y eso es lo interesante. Es decir, quiero artísticamente esto, quiero saber cómo conseguirlo y qué elemento necesito para construirlo”.

El mundo de la animación vs las películas de imagen real


El mundo de la animación requiere de grandes inversiones de capital que, en una industria como la española que está empezando a despuntar en este campo, en muchas ocasiones llegan de fuera, concretamente de Estados Unidos. «Producimos pensando en un esquema internacional desde el minuto uno y tardamos de dos a tres años en buscar financiación, por lo que cuando conseguimos arrancar ya estamos pensando en cómo se va a hacer la siguiente”, admite.

A pesar de todos los obstáculos, en las dos últimas décadas, títulos como El Cid: la leyenda, Planet 51, Chico y Rita o Arrugas han demostrado, tal y como declara Gato, que “cada vez hay más filmes de animación y más estudios que se accionan desde fuera pero se montan en España. Esto es otra cosa que estamos consiguiendo: girar cabezas para acá y potenciar el talento que hay en el país”.

En cuanto a trabajos futuros en otros registros, el cineasta asegura sentirse muy cómodo en la animación, pero no descarta aventurarse en diferentes géneros. Por ahora, la tercera parte de la saga de Tadeo Jones es lo que mantiene ocupado al realizador vallisoletano, así como “varios proyectos de los que aún no se puede desvelar nada». Mientras tanto, la flexibilidad que ofrece este mundo es lo que mantiene a Gato atrapado: “La animación es un medio que me permite hacer directamente lo que quiera”.

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