En busca de financiación

Cultura / Ocio

Jesús Robles tiene 24 años y poco tiempo para dormir. Es licenciado en Filología Inglesa, posee un máster en Escritura Creativa y da clases particulares a niños. Toca como guitarrista en Scaping Mantra, un grupo de rock-metal local, y escribe en medios de comunicación canarios. Ahora prepara su primer largometraje ambientado en el centro de La Laguna. Lo que empezó como un trabajo de fin de máster (TFM), actualmente es un guion de noventa minutos prácticamente terminado y en busca de financiación.

Para él la escritura siempre ha formado parte de su vida. Como muchos escritores, entró en un letargo en el que no explotó mucho esta habilidad. No fue esta que, después de licenciarse en Filología Inglesa, que descubrió su futuro: “Entré al máster de Escritura Creativa porque siempre me ha gustado escribir». Aunque no tenía mucho que ver con su licenciatura se inscribió por una «venada», y gracias a él encontró su vocación.

Un TFM de película


Su proyecto arrancó al término de su máster. Jesús comenzó su TFM en la modalidad de novela, pero finalmente no lo entregó en este modo. Tuvo que repetir el trabajo, pero esta segunda vez en guion. “Al tribunal les encantó el texto final, saqué muy buena nota, me felicitaron y mi profesor me dijo que lo corrigiera porque él quería que lo produjese”, destaca.

Y no empezó a corregirlo, sino que trató de rodar un corto mientras lo corregía: «Empezamos a producirlo y ya casi en la fecha del rodaje se chafó el proyecto. Y mi ayudante de dirección me dijo: ‘En vez de hacer el corto termina el guion y te consigo financiación’. Y ahora lo estoy reescribiendo para un largometraje y estoy esperando que el dinero caiga del cielo”. Pero explica que sin el guion y toda la fase de preproducción terminada, no es viable buscar financiación.

Mientras estaba en el máster era feliz, ahora sigue un ritmo frenético que, en sus palabras, “es cuando va loco”. Y es que tiene que compaginar los ensayos del grupo de música, dar clases particulares, sus colaboraciones en revistas y su proyecto cinematográfico. El secreto: “Dormir tres horas al día”.

Una fotógrafa, un mafioso y una prostituta


La historia de su guion es “un poco Pulp Fiction y Lost in Translation. Es como un trabajo de Sofía Coppola pero con mucha sangre”, extrae Jesús Robles. Son tres historias de los suburbios de la sociedad entrelazadas: una de las historias es de una prostituta que quiere entrar a una agencia de modelos, otra de una fotógrafa (ex novia de la prostituta) y la tercera del yerno del jefe que controla al proxeneta. Aunque suene rocambolesco, “la idea de este guion es subvertir todas las ideas de género y sexualidad, darle la vuelta a todo y contar una historia de mafiosos”.

Pese a lo controvertido de sus personajes, cuenta que no tiene la intención de educar con este film. “La película no es moralista, simplemente coge una realidad configurada y la muestra, sin juicios ni valoraciones añadidas”. Su deseo es que, una vez terminada, la gente que la vea se quede con una “impronta, con la sensación de que ha generado un impacto reflexivo”, apunta.

En estos momentos está reescribiendo con la ayuda de su tutor, que se ofreció a ayudarlo a sacarlo adelante una vez terminado el máster. “A la hora de hacer algo profesional, contar con su ayuda, es muy importante”, subraya. Aunque reescribir un trabajo propio es “exageradamente aburrido”, lo hace por fuerza de rutina: “En el máster me inculcaron la perseverancia y la constancia, ya que le proceso creativo de un escritor puede ser seis meses para preparar la historia, un mes para escribirla y otros seis meses reescribiéndola”.

Y es que él tenía una obra de dos horas que ahora tiene que pasar a noventa minutos, pero ahí no está el reto: “También tengo que meter más tramas, y en casi la mitad de tiempo”. Pero incide en las bondades de reescribir argumentando que en este proceso es  “cuando de verdad se escribe una obra”.

Hacer la primera para seguir trabajando


Lo único que busca, a parte de la realización personal como cualquier artista, es que funcione bien este guion para poder seguir trabajando y haciendo otras. “Lo único que quiero es hacer mi arte, y el cine es un arte caro”, dice el cineasta novel. Haciendo una comparativa con la narrativa, “una novela la puedes escribir en servilletas de papel y pagar 30 € en Amazon para tenerla editada y a punto para comercializarla”.

Y aunque es la primera vez de Jesús Robles y está nervioso frente a lo venidero, tiene las ideas claras. También, explica que tiene un gran equipo que le ayuda en todo y una ayudante de dirección excepcional: “Tiene experiencia como realizadora y es un pilar fundamental del proyecto. Sin ella nada de esto pudiera seguir adelante”.

Es que es muy difícil encontrar dinero para hacer una película. “El coste no te baja de veinte mil o treinta mil euros”, cuenta. Por esto es por lo que aún no tienen fecha concreta de rodaje ni de estreno. La burocracia tampoco les ayuda: “Depende mucho de los permisos para grabar en exteriores. La película está ambientada en La Laguna, en la zona del cuadrilátero y de los bares, y para grabar ahí se necesitan muchos papeles”. En sus palabras, “es una movida”. Pero quizás en un año, con suerte menos, veamos las palabras de Jesús Robles traducidas a imágenes en movimiento. Él no tiene prisa, lo que quiere es que “salga bien, y como quiere”.

Y ya puestos a soñar  imagina lo que muchos: “Me gustaría presentarla a todos los festivales, pero me encantaría que estuviese en el Festival de Cannes o en el de Sitges. ¡Como a todo el mundo!”.

Soy redactor jefe y web manager de 'The Cultural', revista de arte y cultura, y un gran entusiasta del arte, la música, el cine, la arquitectura y los videojuegos. Estudio Periodismo en la ULL y paso gran parte de mi tiempo documentándome: jugando a videojuegos.

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