El ‘Poetry Slam’, más que una competición

Cultura / Ocio

La Asociación Cultural Equipo Para se convirtió ayer, viernes 9 de marzo, en el escenario del segundo Poetry Slam. A las 22.00 horas dio comienzo el concurso de poesía, donde principiantes y veteranos pusieron al juicio del público sus obras. Nada más entrar, predominó un ambiente bohemio, en consonancia con cuadros y libros. Todo estaba iluminado por luces tenues que acabaron creando una atmósfera cercana y hogareña.

Situado en Santa Cruz de Tenerife y al son de una música suave, los asientos se comenzaron a llenar de individuos variopintos. Personas de todas las edades se aglomeraban en la sala hasta que quedó prácticamente llena. Quince minutos antes de que comenzara el evento, ya no quedaban sillas vacías, lo que provocó que varias personas se  quedaran de pie.

Los Poetry Slam surgieron en los años ochenta en Chicago. La historia cuenta que una escritora estaba en un bar y, cuando fue al baño, un músico se sobrepasó con ella. La mujer, en vez de enfrentarlo, le retó a un concurso de poesía. Y la chica ganó. Sin embargo, un señor vio toda la disputa y así fue como el poeta Marc Smith creó estos certámenes. Actualmente, se organizan en todo el mundo.

El arte de los versos iluminado por los focos


Las Islas Canarias se han unido recientemente a este movimiento, siendo partícipes Tenerife, Gran Canaria y La Palma. En los dos que se han celebrado en nuestra Isla, el mecanismo es el mismo. Se divide en dos rondas: en la primera, los participantes exponen sus obras y el público da una votación del uno al diez. En una segunda parte, cinco finalistas recitan otros poemas. El ganador se decide por el ruido, es decir, la intensidad y duración de los aplausos.

En esta ocasión se reunieron diez concursantes. Desde los más ancianos hasta los más jóvenes, pudieron expresar, a través de la literatura, sus más profundos versos. Eran textos originales, donde no existían límites en cuanto a los temas. Amor, racismo o nuestra tierra fueron algunos de los tópicos protagonistas de la noche. Había quienes dedicaban sus palabras a familiares, a amantes perdidos, a las apariencias o para lanzar un mensaje reivindicativo.

Saray Salce recitando su poema.

Un espacio para que el público participe


Tras la primera ronda, se dio paso al artista invitado, Sergio Barreto, ganador del premio Benito Pérez Armas por su obra Vs. Recitó algunos de los versos que guardaba entre las páginas de su relato galardonado. Además, prometió regalarlo al ganador del concurso.

Y llegó el momento de la sesión libre para todos aquellos que quisieran participar y ponerse frente al micrófono a recitar sus propias creaciones. Asimismo, se realizó un sorteo de cuatro libros cedidos por la librería Lemus a todos los que compraron las entradas.

Sergio Barreto, autor invitado.

En la segunda mitad, los finalistas volvieron a mostrar otros poemas, algunos incluso rapeando. Después de una ronda de aplausos por parte del público, el final quedó tremendamente reñido. Se tuvo que hacer un desempate entre los dos favoritos: Adolfo Perdomo y Saray Salce. Finalmente, fue el primero el que se coronó como ganador y recibió una obra de Bukowski ilustrada por Robert Crumb.

La sede del Equipo Para es un espacio donde el arte es protagonista. Anoche, las rimas fluyeron con mucha intensidad y los asistentes no se quedaron atrás: aclamaron con energía a sus favoritos y se emocionaron con ellos.

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