Desde muy temprano, decenas de villeros dan forma a las alfombras que decoran cada año las principales calles de La Orotava con flores, arenas y brezos. El Corpus Christi es una fiesta religiosa integrada en las celebraciones patronales del municipio y, desde 2007, declarada Bien de Interés Cultural de ámbito insular. El inicio de esta tradición se remonta a 1912 cuando terminaron las obras de urbanización del centro de la ciudad, pero fue a partir de 1919 cuando se comenzó a elaborar el tapiz central en la plaza del Ayuntamiento, hecho exclusivamente con arenas volcánicas procedentes del Parque Nacional del Teide. Desde hace tiempo, esta actividad constituye un atractivo turístico internacional.
La Orotava se consolida un año más como el epicentro de la novela histórica
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