Roberto A. Cabrera, Rubén Benítez Florido y David Galloway

“Desde el minuto cero hay que darle una bofetada al lector”

Artes y Humanidades

El encuentro Filosofía y Literatura se celebró ayer, viernes 20, en el Salón de Grados de la Sección de Filosofía. El Aula Cultural de este departamento, con la colaboración de la Facultad de Humanidades de la Universidad de La Laguna (ULL), fue la encargada de organizar el evento. Los ponentes, tres antiguos alumnos de la institución, Roberto A. Cabrera, Rubén Benítez Florido y David Galloway dialogaron y debatieron sobre su trayectoria y obras literarias.

La primera intervención vino de la mano de Roberto A. Cabrera. En ella, planteó un pequeño análisis sobre algunos de sus relatos como Disgregario o La estación extraviada, así como, Bajo el sol de los muertos, la cual él considera su mayor fruto. Por último, dedicó unas palabras a su último ensayo, una novela corta con trasfondo nihilista, Interregno. Pasión e instante en la vida de Humberto Laredo, fotógrafo. Su protagonista es un camarógrafo de prensa, un personaje gris, un antihéroe. La historia es contada por un narrador omnisciente y, según el autor, “aborda la absurda huida hacia ninguna parte de Laredo desde la sátira más despiadada”.

Características de un buen texto


El segundo invitado, Benítez Florido, autor de Ninguna tregua al olvido, declaró que sus escritos son «indisociables de los actuales medios de comunicación que hay en Internet». Asimismo, explicó que para que un texto en la red llegue a un público amplio debe reunir cuatro características universales: brevedad, amenidad, seducción y reflexión con un cierto calado filosófico. En el requisito de concisión destacó que desde el primer párrafo hay que llamar la atención. Por tanto, afirma que “desde el minuto cero hay que darle una bofetada al lector”.

En último lugar, Galloway relató sus pasos y afirmó que su obra es inseparable a él, porque responde a su experiencia. Entre sus creaciones se puede destacar Los días menos pensados, publicada en 2006. En los últimos minutos de su participación leyó un fragmento de Entre cuevas un libro que ha reescrito, y que formó parte de su libro La cueva de las mil momias, aunque aún está pendiente de encontrar un editor para su publicación.

Para finalizar el acto tuvo lugar un turno de preguntas. Tanto los invitados como los espectadores tuvieron un debate sobre si ejemplificar una idea filosófica es crear materia sobre esta doctrina. Así como que hay algunos escritores que en sus libros tienen más filosofía que un tomo que habla solo de esta materia como, por ejemplo, sucede con la producción literaria de Jorge Luis Borges o Franz Kafka.

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