Jeremy Martín García, árbitro de Segunda División Regional. Foto: PULL

«Debemos estar preparados por si se decide reactivar la competición»

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Jeremy Martín García estudia Geografía en la Universidad de La Laguna y arbitra de manera profesional en la Segunda División Regional. Al comienzo de su andadura como árbitro revela que fue complicado compaginarlo con los estudios. A pesar de ello, ha sabido adaptarse para poder estudiar y ejercer su labor. El confinamiento hace que eche de menos ir los fines de semana a arbitrar y sentir el ambiente futbolístico, que es lo que más le gusta. Por ello, se mantiene en su hogar esperando a que esta situación acabe.

¿Cuáles fueron las razones por las que elegiste cursar el grado de Geografía? «La razón de cursar esta carrera fue que era lo que más me gustaba para hacer cuando terminé bachiller. Siempre me había gustado la asignatura en la ESO y Bachillerato. Además, me gustaría poder terminar la carrera para formarme en la docencia, que es una de mis preferencias».

¿Tienes algún problema a la hora de compaginar tus estudios con la profesión de árbitro? «Cuando entré al colectivo arbitral era más difícil este tema porque al ser más joven no me ponía un horario y me costó un poco. Actualmente, y con la experiencia adquirida, esto ya no supone ningún inconveniente. Las clases de arbitraje y los entrenos son dos veces en semana y los partidos, como norma general, los fines de semana. Tengo que destacar que como ahora no resido en mi isla, La Palma, me desplazo los fines de semana alternos para arbitrar allí».

¿Cómo surgió la idea de dedicarte al arbitraje? ¿Qué fue lo que te motivó? «Todo comenzó cuando yo jugaba en un equipo de fútbol sala y fue por un compañero del equipo que nos invito a mí y a otros amigos a acompañarle a un partido. Él ya era árbitro y quería que algún amigo le hiciera compañía para no estar solo en las clases y en los entrenamientos. Al empezar las primeras prácticas en el campo me convenció totalmente y tuve claro que era mi vocación».

«Para los aficionados y deportistas va a haber un cambio difícil de asimilar»


¿Cómo estás viviendo estos días de confinamiento sin poder arbitrar? «Pues se me hace un tanto raro, ya que estoy acostumbrado a ir todos los fines de semana a los campos y a moverme en ese ambiente del fútbol. De todos modos, en estos momentos hay que estar en casa para que podamos volver lo antes posible a los terrenos de juego».

¿Sabes algo sobre cómo va a acabar la liga? ¿Desde la Federación te han dicho algo? «Según nos han informado a día de hoy no se sabe nada porque no le toca a las federaciones tomar esa decisión. El responsable de esta decisión va a ser el Gobierno central y lo único relevante que nos han comunicado es que debemos estar preparados por si se decide reactivar la competición. Todas las semanas tenemos videoconferencias virtuales y realizaciones de test, pero por el momento no ha habido cambios con respecto al comienzo del estado de alarma».

¿Cómo crees que afectará al mundo del deporte toda esta situación? «El confinamiento afectará a todos los deportes sin excepciones porque, bajo mi punto de vista, se bajará el nivel físico. Además, este parón no me permite llevar una rutina de ejercicios estables. También, y de manera más importante, será un cambio para el público porque creo que si se vuelve a jugar será sin espectadores o de alguna manera cambiando la afluencia de estos. Pienso que para los aficionados y para los propios deportistas va a haber un gran cambio difícil de asimilar».

«La gente cree que somos máquinas que no pueden fallar» 


¿Qué piensas de que, en ocasiones, el público insulte a los árbitros? ¿Te ha pasado alguna vez? «Obviamente me parece muy mal. La gente cree que somos máquinas que no pueden fallar, pero somos humanos y fallamos como, por ejemplo, el delantero que falla un penalti. A nosotros se nos juzga de forma más dura porque siempre hay esa duda de que seamos justos o no. Me han insultado en muchos partidos como a todos los que nos dedicamos a esto, aunque pocas son las veces que me doy cuenta, ya que estoy pendiente del partido y de los jugadores. No presto mucha atención a la grada».

¿Crees que la labor de árbitro está poco valorada? «Desde mi punto de vista observo que la profesión está muy poco valorada porque la gente piensa que es muy fácil. La realidad es que deberían estar en nuestra piel para saber lo que se siente. Estar bajo la crítica de los veintidós jugadores, de los entrenadores y del público, además de estar observado por directiva del comité, supone una presión grande».

¿Tienes algún referente de tu profesión en el que te fijes? ¿Cuál es el objetivo que deseas alcanzar en un futuro como árbitro? «Nunca he tenido un referente en particular, pero me gustan árbitros como Mateu Lahoz y Alejandro José Hernández Hernández, que para mi son muy buenos en su trabajo. Respecto a mi futuro, desearía poder llegar a arbitrar en ligas más altas, aunque sea muy complicado. Con mucho esfuerzo y constancia intentaré llegar a conseguirlo».

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