«La calcificación de la memoria produce pérdidas en las destrezas»

Ciencias de la Salud

El doctor y biólogo Daniel Pereda de Pablo volvió, el pasado viernes 27 de octubre, al lugar donde se licenció, la Universidad de La Laguna. En la actualidad es investigador en la Universidad de Leicester y visitó Tenerife para impartir una charla en el Salón de Seminarios de la Unidad de Farmacología. En su intervención, disertó, entre otras cuestiones, del envejecimiento celular, el cual estudia desde hace dos años y medio junto a un grupo de seis científicos de diversas nacionalidades. Habló con PERIODISMO ULL sobre sus proyectos y otras cuestiones.

¿Puede explicar en qué consiste el envejecimiento celular? “Buscamos descubrir cómo evolucionan estos procesos con la edad de forma natural. Para ello utilizamos animales de laboratorio, en este caso ratones, que portan unas moléculas que permiten visualizar los movimientos del calcio en las neuronas”.

¿Qué le ha motivado a indagar este asunto? “La idea es que, si comprendemos cómo estos procesos ocurren de forma natural, podemos arrojar luz sobre qué ocurre en enfermedades neurodegenerativas, demencias y otras alteraciones del sistema nervioso central”.

¿Por qué se calcifica el cerebro? “La teoría en la que se basa nuestra investigación, y que los resultados parecen respaldar, afirma que con el envejecimiento, las neuronas pierden paulatinamente la capacidad de almacenar y liberar de forma controlada el ion calcio, vital para el control del impulso nervioso. Esto hace que este aumente poco a poco y pueda tener efectos adversos en el sistema nervioso”.

«Utilizamos animales de laboratorio que portan unas moléculas que permiten visualizar los movimientos del calcio en las neuronas»


¿A partir de qué edad se pueden presentar estas deficiencias? “En condiciones normales, el proceso ocurre poco a poco cuando nos hacemos mayores. ¿Cómo se produce? En casos de enfermedad o degeneración, está aún por estudiar en profundidad”.

¿Es un proceso natural? “Los datos experimentales indican que sí, aunque es altamente probable que esté afectado por factores externos como traumatismos, tóxicos, enfermedades. Ocurre así en prácticamente todos los procesos fisiológicos estudiados”.

¿Qué facultades se pierden cuando esta calcificación sucede? “Nuestros experimentos indican que existe una pérdida de capacidad de aprendizaje y otras destrezas como la memoria espacial, que nos permite navegar de un lugar a otro, y se produce conforme los niveles de calcio aumentan en las neuronas”.

¿Cuáles son los síntomas? “No es tanto que existan unos síntomas como que ciertas capacidades que todos poseemos, varios tipos de memoria, que puede ser uno de ellos, nos resultan más difíciles de ejecutar. Aprender nueva información requiere más esfuerzo, por ejemplo”.

«Nuestros datos se presentan como un esperanzador primer paso en un largo camino»


¿Es equiparable el cerebro de los ratones con el de los humanos? “Hasta cierto punto. Todos los animales que se usan en laboratorios presentan ventajas y desventajas, por lo que es difícil encontrar un modelo ideal. En el caso de los ratones, partes del cerebro como el hipocampo son muy similares funcionalmente a los humanos, mientras que la corteza cerebral, que interviene en cualidades que asociamos con la naturaleza humana como la imaginación, el pensamiento abstracto o la capacidad de cálculo, son muy diferentes».

La edad de los ratones investigados está entre 12 y 24 meses. ¿A qué equivale en las personas? “Es difícil establecer una equivalencia exacta. Los ratones de laboratorio estándar pueden vivir hasta los 30 o 36 meses, aunque la mayoría fallece de forma natural entre 24 y 30. Puesto que alcanzan la madurez reproductiva a las seis semanas de edad podemos estimar que, un mes de edad para un ratón, representa unos tres años para un humano».

¿Existe dentro de los resultados, alguna propuesta que solucione el problema? “La principal cualidad de nuestros resultados es que identifican de forma cuantificable la tendencia del calcio a incrementarse en las neuronas de forma natural. Esto puede permitir en un futuro, por desgracia aún lejano, identificar neuronas que empiezan a mostrar signos moleculares de envejecimiento mucho antes de que esto se traduzca en síntomas clínicos y, por tanto, intervenir de forma muy temprana».

¿En qué punto se encuentra esta investigación? «Tales herramientas diagnósticas están todavía muy lejos, pero nuestros datos resultan un esperanzador primer y muy primario paso en un largo camino”.

¿Cuáles son los futuros proyectos? “La mayoría de nuestros datos proceden de experimentos in vitro, tejidos extraídos del cerebro del modelo animal y manipulados en laboratorio. El siguiente paso lógico es intentar reproducir nuestros datos in vivo, estudiando el tejido dentro del cerebro de animales vivos que se comportan de forma natural. Hoy en día existen microscopios diminutos que pueden insertarse parcialmente en el cerebro del animal sin afectar su bienestar ni su fisiología y permiten realizar estas observaciones”.

Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Humana y defectuosa como cualquiera, soñadora y luchadora, fiel a mis convicciones y leal a mí misma. Creo en lo que quiero y persigo mis metas hasta el cansancio; no me entrego fácilmente porque me encantan los retos.

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