La escritora tinerfeña Cecilia Domínguez, en Los Silos. Foto: PULL

«Estamos invadidos por los anglicismos y el español septentrional»

Cultura / Ocio

Cecilia Domínguez Luis nació el 17 de octubre de 1948 en el municipio tinerfeño de La Orotava. La escritora, Premio Canarias de Literatura en el año 2015, participó en la pasada edición del XXIII Festival Internacional del Cuento de Los Silos, recitando y comentando sus creaciones además de  exponer junto a Humberto Hernández los proyectos en los que está inmerso la Academia Canaria de la Lengua, de la que es secretaria. También, fue nombrada en 2013 integrante del Instituto de Estudios Canarios. La autora destaca la preocupación que desde la Academia existe por la invasión de extranjerismos y el español septentrional en nuestra manera de hablar, así como la puesta en valor de una definición de poesía por antonomasia, compuesta por muchas horas, trabajo y calidad literaria.

¿Qué le parecen las iniciativas como el Festival del Cuento en el municipio de Los Silos? «A parte de fundamental e importante, me parece asombrosa la implicación de todo el pueblo en este evento donde la literatura y la imaginación son las protagonistas. Además, siempre me lo paso genial. A parte, no solo es importante para la literatura canaria sino la proyección que da esta cita a Los Silos, porque antes era una simple localidad al norte de la isla de Tenerife. Sin embargo, ahora posee un reconocimiento internacional a través de las letras y esto se lo debemos a Ernesto Rodríguez Abad, artífice de la idea y director, junto a todo su equipo».

¿Cuál ha sido su referente literario a lo largo de su carrera como escritora? «Es complejo responder a esa pregunta, porque desde que empecé a leer a los 6 años he ido sumando referentes, desde Bécquer, Lorca, Neruda, Cernuda, Aromaren… Todos han influido en mí, incluso de una manera inconsciente ya que a la hora de escribir uno recoge todas las influencias que ha ido absorbiendo».

¿Qué le parece el homenaje que se le ha realizado a la escritora Elsa López por su labor en el mundo de la poesía? «Es un merecido reconocimiento ya que es una persona que, a parte de ser escritora, posee una editorial que ha publicado a muchos autores canarios, realizando así una labor de difusión muy importante. Es una mujer que ha hecho una gran labor, y ahora en la isla de La Palma, intenta favorecer a la gente que está empezando a escribir, facilitando todo lo posible el duro y complejo proceso de publicación».

¿Cuáles serían para usted las claves a la hora de escribir? «La primera de todas es leer mucho y la segunda es que hay que tener tres osos: ser curioso, teniendo así esa capacidad de asombro de cuando éramos niños; ser mentiroso, con respecto a la habilidad de fabular y maquinar, y, por último, ser canoso, que no significa ser mayor sino tener encima muchas horas de trabajo y dedicación».

«Existe la falsa creencia de que los canarios hablamos o nos expresamos de forma incorrecta o maga»


¿Qué propuestas o proyectos están llevando a cabo en la Academia Canaria de la Lengua? «Tenemos muchos planes e iniciativas que queremos llevar a cabo, pero tenemos poco dinero. Nos dividimos en dos partes: una lingüística, en la que  que se está realizando un nuevo diccionario de canarismos y mejoras en la web para las dudas o consultas y otra de literatura, donde continuamos elaborando el diccionario de autores llamado ‘Archipiélago de las Letras’, junto a  la Revista literaria ACL. También contamos con una colección denominada Manuel Padorno, en la que nos dedicamos a publicar antologías de autores. Ahora estamos con Ángel Sánchez, Premio Canarias de Literatura 2018. Por otro lado, impartimos charlas por los institutos para poner en valor nuestra lengua y  literatura, forma de hablar, el dialecto que nos caracteriza o bien, reconocer a los escritores canarios.  Con respecto a esto último, siempre las letras canarias han estado como en una especie de segundo orden y debemos de cambiar esta percepción. La sociedad debe saber que aquí se empezó a escribir desde el siglo XVII, con autores como Antonio de Viana o Bartolomé Carrasco».

¿Cómo valora esta globalización que también está afectando al lenguaje? «Estamos invadidos por los anglicismos y por el español septentrional. Muchos niños y adultos naturales de las Islas utilizan el ‘vosotros’ con mucha frecuencia, por ejemplo. Debemos de reivindicar esto, porque existe la falsa creencia de que los canarios hablamos o nos expresamos de forma incorrecta o maga. Nuestra manera de hablar no es solo nuestra forma de hablar, sino también de pensar. Si la lengua se convierte en homogénea, como se está comprobando, llegaremos al pensamiento único y esto no aporta absolutamente nada».

«Le tengo gran aprecio a mi novela ‘Mientras maduran las naranjas’ porque con ella pagué una deuda»


¿De qué forma definiría su libro ‘Mientras maduran las naranjas‘? «Es un homenaje a mi familia. Ese libro nace cuando yo era niña y mi abuela siempre me contaba historias de aquel tiempo, de cómo cogieron a mis tíos y los fusilaron, del miedo que se respiraba. Cuando yo comencé a escribir, me dijo que yo tenía que exhibir estos cuentos de la época para que jamás se volvieran a repetir. Cuando falleció mi madre en el año 2005, yo me planteo que les debía esta historia por lo que  empecé a recopilar información mediante mis propios recuerdos, los de mi tía que ha día de hoy aun vive, junto a lo que pude extraer de las hemerotecas y documentos.  Es una novela que quiero mucho porque, al finalizarla y publicarla, sentí que estaba pagando una deuda».

¿Valora de forma positiva las redes sociales? «Son importantes. Yo hasta no hace mucho tiempo no estaba en el mundo digital pero, impulsada por mis hijas, decidí registrarme sobre todo para comunicarme con mis lectores e informas a todos los interesados sobre futuras presentaciones de libros, firmas, etc. Más tarde me di cuenta de que esto es un vehículo de comunicación que debía aprovechar, por lo que todos los sábados realizó un pequeño comentario actual y en consonancia con la vida política y social».

¿Cómo afecta a la literatura y a las nuevas narrativas el entorno virtual? «Para mí, de una forma negativa. Los youtubers, por ejemplo, se creen poetas por la cantidad de seguidores y fans que poseen en sus cuentas. He leído a nuevos autores que están triunfando como Brandom, Marwan o Elvira Sastre y la verdad es que no comparto su trabajo y creaciones con la definición de poesía por antonomasia que yo poseo. Me alegro por su éxito y tampoco estoy en contra de que la gente escriba, pero debemos de aprender a separar géneros. La poesía  requiere trabajo y horas, profundizar y utilizar las correctas herramientas literarias y lingüísticas. El problema es que muchas veces los lectores confunden emoción con valor: un relato que nos emocione, por ejemplo, no significa necesariamente que sea bueno».

¿En qué se encuentra trabajando a día de hoy? «En una trilogía de mujeres, por medio de poemas: Eva,  Ofelia y Andrómaca. Intento mezclar historia con presente, tradición y vanguardia, además de reivindicar el lugar y la posición que merece la mujer».

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