Canarias lidera el índice de mortalidad por diabetes en España

Sociedad

Los canarios cada vez más tienen que lidiar con un problema que pasa bastante desapercibido: lidera el índice de mortalidad por enfermedades relacionadas con la diabetes en España. Esta patología está diagnosticada en aproximadamente 150 000 personas de todo el Archipiélago, sin embargo, se cree que puede haber en torno a setenta mil individuos más que la tengan y lo ignoren. Se trata de la primera causa de muerte en las mujeres y la tercera en los hombres. Las cifras que posee la Comunidad Autónoma son muy preocupantes y no paran de aumentar a gran velocidad.

«La diabetes, en términos generales, es una enfermedad metabólica donde una hormona especialmente importante para el funcionamiento de los seres vivos (la insulina) no funciona de una manera correcta o realmente no existe o no se está segregando», así es como define Francisco Darias, gerente y secretario de la Asociación para la Diabetes de Tenerife (ADT), a esta patología. Existen dos grandes tipos de diabetes, y es por ello por lo que el director de la ADT realiza una pequeña distinción en su definición: la tipo 1, una afección de origen autoinmune en la cual el páncreas no produce insulina, y la tipo 2, la más frecuente, que le afecta también a Darias, y se debe a la incapacidad del organismo para producir o poder utilizar de forma adecuada la propia insulina.

El principal motivo por el que Canarias se encuentra en la tasa más alta es debido a la falta de cultura de ejercicio físico y buena alimentación. Darias revela que no se trata de la comunidad con mayor número de diabéticos, pero sí con un considerable censo de obesos, factor que causa que los hombres y las mujeres de las Islas, en la mayoría de las ocasiones, no mueran por diabetes, sino por las complicaciones que produce esta: enfermedades cardiovasculares, ictus, ceguera, amputación de miembros, problemas de riñón, etc.

«La buena alimentación y el ejercicio físico, recetas para prevenir la enfermedad»


Realmente, el problema radica en la mala información de las personas y en un control inadecuado de esta condición patológica. «Siempre decimos que el tratamiento de la diabetes tiene una parte buena, que es efectiva si se cumple, pero la parte mala es que es bastante complicada de entender porque son muchos factores para poder llevarla a buen término», apunta el gerente. «La alimentación, el autocontrol, los fármacos y el deporte son los pilares fundamentales para remediarla», concluye.

Mar Jerez, paciente diagnosticada con esta afección desde hace trece años y socia de la ADT, cuenta que cada día lleva un riguroso control de glucemia y sobre todo una dieta acorde con su enfermedad. Mar había tenido en su primer embarazo una diabetes gestacional, un tipo que solo ocurre en la preñez y que, de forma habitual, después desaparece. «Fue mi primer contacto con la insulina, la verdad es que me daba un poco de miedo, ya no solo por mi sino por mi hijo». Sin embargo, al concluir su segundo embarazo, le diagnosticaron la tipo 1, una noticia que para ella fue bastante mala porque se trataba de un padecimiento que tendría que aprender a sobrellevar para el resto de su vida manteniéndolo bajo control. «Desde que me mandaron el tratamiento para mi fue como volver a vivir porque empecé a ganar peso y a tener motivación ya que al no tener controlada la enfermedad esto me había afectado a nivel físico y psíquico», confiesa.

«Es una afección crónica con la que se puede vivir teniéndola bajo control»


Para administrarse la insulina tiene dos bolígrafos: uno, cuya función es más rápida y se inyecta cada vez que termina de comer, y el otro, que tiene una duración de veinticuatro horas y se pincha por la mañana. Con esto consigue que los niveles de azúcar en sangre se mantengan lo más estable posible, como si el páncreas trabajara de una forma adecuada.

Por el contrario, es preciso tener en cuenta que, en comparación con Mar Jerez, el 80 % de los diabéticos en Canarias padecen la tipo 2. Hasta hace poco tiempo este caso lo sufrían, sobre todo, personas mayores de cuarenta. Pero en la actualidad, se ha detectado un aumento de casos en los jóvenes con una dieta alimenticia rica en grasas. A pesar de ello, por suerte, esta afección se puede prevenir, intervenir y detectar precozmente. Y es aquí donde entra en juego la ADT, la mejor respuesta a la demanda de información y medios que necesitan los canarios. Su objetivo es muy simple: lograr la calidad de vida de todas las personas que estén en esas circunstancias, sean o no socias, y defender sus derechos.

Francisco Darias afirma no saber si en un futuro se podrá llegar a encontrar la cura, sin embargo, lo que si sabe es que no se debe perder la esperanza en investigar y en tener fondos económicos suficientes para tratarla: «Tanto el VIH como los diferentes tipos de cáncer han sido en general enfermedades desde el punto de vista emocional mucho más latentes en el vuelco de la inversión, sin embargo, la diabetes no termina de conmover al resto de la sociedad para promover recogidas de fondos suficientes para la investigación».

Mar Jerez, diagnosticada con la patología de tipo 1, y Francisco Darias, gerente y secretario de la Asociación para la Diabetes de Tenerife.

La esencia de la Asociación


La ADT es una entidad privada, sin ánimo de lucro, que pretende dar solución e incluso contrarrestar la cifra de las 220 000 personas que padecen la diabetes o desconocen que la tienen. En total, albergan unos 1100 socios, donde predominan padres y madres con hijos con esta patología, pero también está integrada por pacientes que padecen esta enfermedad, así como familiares de estos e incluso personales sanitarios.

El gerente avala que hacen un papel de intermediarios entre los pacientes y la administración sanitaria para conseguir mejoras. Y añade que también trabajan para concienciar a la sociedad a llevar estilos de vida saludable y prevenir la diabetes tipo 2. Para ello, organizan diversas actividades cada año, que pueden ir desde campamentos de verano para niños con este padecimiento hasta cursos formativos para familiares y personales sanitarios. También disponen de consultas de psicología salubre especializada, educación diabetológica y recursos sociales.

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