Natalia González Vargas. Foto: PULL

«Cada día que pasé en África fue una historia diferente»

Sociedad

1549 kilómetros separan Canarias de Senegal y a Natalia González Vargas de su sueño cumplido: visitar África. La conejera, graduada en Periodismo por la Universidad de La Laguna el pasado año, emprendió el 12 de octubre un viaje a la cuna de la humanidad que le cambiaría la vida. Tras ejercer como editora de la revista 360 y trabajar como redactora en La Opinión de Tenerife, se le presentó la oportunidad de vivir una aventura de dos meses y medio, de la mano de su padrino periodístico: el periodista Pepe Naranjo. Casi un mes después de su llegada, y con la maleta llena de historias que contar, la joven sigue mirando de reojo un continente que ya considera su segunda hogar. Volverá.

¿De qué manera te surge la oportunidad de irte a Senegal? “Realmente todo empezó con el reportaje de la revista 360 ‘Sin noticias de África’. Desde ese momento, se me despertó una curiosidad por el continente y por conocer toda esa realidad de primera mano. También, influyó conocer al periodista Pepe Naranjo. Cada charla que hacía, allí estaba yo en primera fila, así que en la presentación de la segunda edición de la revista me propuso emprender esta aventura al terminar la carrera”.

¿Cómo fue tu labor durante esos más de dos meses? “Hice varias entrevistas a canarios que vivían en Senegal o Gambia, de cara a un proyecto de investigación del Gobierno de Canarias. También tuve la oportunidad de redactar reportajes para el Expresso das ilhas, un periódico de Cabo Verde, y otros dos que se publicarán en Press Afrik, de Senegal”.

«Al principio tenía la cabeza en muchos lados, pero luego te das cuenta de que debes aprovechar la experiencia al máximo»


¿Fueron difíciles los primeros días? “Tuve bastante suerte. Tener a Pepe allí de referencia y de guía fue importante. Además, coincidió que el día que llegué era la celebración del Día de la Hispanidad en la residencia del embajador, así que pude conocer a mucha gente española que, a día de hoy, siguen siendo mis amigos”.

¿No tuviste ninguna complicación? “De inicio estaba súper contenta, pero cuando pasó una semana me empecé a preguntar ‘qué hacía yo tan lejos de mi casa’. Entré un poco en shock, pero era muy fácil recomponerse de esas situaciones, ya que yo vivía en Fann Hock, un barrio que era muy seguro y animado. Me sentía como en casa. Salía a la calle y rápidamente me encontraba con gente que me entendía y alegraba el día. Al principio tenía la cabeza en muchos lados, pero luego te das cuenta de que debes aprovechar la experiencia al máximo”.

¿Qué fue lo que más echaste de menos? “Aparte de a mi familia y seres queridos, el baile. El baile es necesario en mi día a día. Es cierto que en Senegal se baila muchísimo y pude constatar que los africanos llevan el ritmo en las venas, pero necesitaba mis clases y los campeonatos”.

Natalia González Vargas, en Senegal. Foto: PULL

«Se podría hablar mucho más de África en los medios, sobre todo en Canarias que estamos al lado”


También visitaste Gambia y Cabo Verde. ¿Cómo fueron esos viajes? “Fueron bonitas aventuras. Sí es verdad que en el de Gambia me agobié un poco el día antes, ya que tenía que viajar yo sola en guagua siete horas, cruzar la frontera, etc. Después de todo me sentí súper orgullosa de mí misma y mereció la pena. Lo volvería a hacer porque disfruté mucho del trayecto viendo los paisajes y la gente”.

¿Con qué te quedarías de cada uno de ellos? “Senegal era como mi casa. Me gustaba mucho su energía, su gente, su ritmo de vida y el día a día. De Gambia la aventura del viaje y, también, me pareció increíble estar con Vivi y Tumani, que son las personas que cito en mi entrada de Luces de Kololi. En Cabo Verde me encantó la naturaleza y los paisajes. Era como Canarias, pero con energía africana”.

Participaste en el reportaje “Sin noticias de África”. ¿Crees que hay noticias que contar en el continente africano? “Totalmente. Cada día y cada persona en África es una historia. Por eso me hice el blog, para que la gente conociera algo de lo mucho que aprendí allí. Creo que sería injusto decir que se está haciendo un mal periodismo en África porque hay muchos periodistas trabajando duro. Aun así, está claro que se podría hablar mucho más, sobre todo en Canarias que estamos al lado”.

«La imagen pobre que hay de África puede ser muy dañina y, sobre todo, no querer asumir que no es del todo cierta»


Durante estos dos meses y medio, ¿en qué dirías que has crecido profesionalmente y personalmente? “He aprendido a desenvolverme en entornos diferentes y también idiomas como el francés, el wolof o portugués. Como persona diría que ahora confío más en las personas, me tomo todo con más calma, me adapto mejor a distintos contextos y no entro en comparaciones, así como trato con mayor delicadeza a las personas”.

¿Qué diferencias te encontraste entre Senegal y Canarias? “Hay muchas obvias como el idioma, la cultura, la religión o la forma de vida. Lo que sí noté es que aquí en Canarias tenemos una rutina que nos asfixia muchísimo. Vivimos con una cantidad de estigmas y presiones muy grandes. En Senegal te liberas de todo eso y hay principios básicos como la familia, el alimento y la colaboración. Aquí tenemos tantas cosas que a veces no tenemos claro qué necesitamos”.

¿La imagen que se proyecta de África se corresponde con la realidad?” “Hay muchos estereotipos. Yo cuando le dije a mi padre que me iba a Senegal casi le da algo. Ja, ja, ja… Esa imagen pobre puede ser muy dañina y, sobre todo, no querer romperla y asumir que todos esos estigmas no son del todo ciertos. Al final tener esas ideas nos hacen perdernos oportunidades y experiencias en un continente maravilloso”.

Senegal se encuentra en el puesto 164 de 189 países, dentro del Índice de Desarrollo Humano de la ONU. “No me atrevo a valorarlo de manera general porque estuve solo dos meses y el país es inmenso. Sí es cierto que hay personas que no viven en condiciones óptimas. Por ejemplo, estuve en la comunidad de Khar Yalla, en San Luis, haciendo un reportaje sobre 260 personas que fueron desplazadas de sus casas porque se inundaron. Ahora viven muy lejos del río donde residían y subsisten a duras penas con 1000 francos al día, que equivale a un euro y medio”.

En San Luis, localidad costera de Senegal. Foto: PULL

«En mi día a día como mujer, me he sentido más insegura en Canarias que en Senegal»


La violencia sexual en Senegal es un tema tabú. ¿Viviste alguna actitud machista? “El machismo está en todas las partes del mundo. Vives episodios, pero igual que los tienes en Tenerife o Lanzarote. Yo puedo decir que en mi día a día como mujer, me he sentido más insegura en Canarias que en Senegal. También me consta que se está trabajando bastante desde asociaciones para la libertad de la mujer, la violencia sexual, los matrimonios forzados…”.

Pepe Naranjo afirmó en una ponencia que la “migración no es una causa, sino una consecuencia”. ¿Qué opinas de esta afirmación? “Me parece súper acertada para nuestro contexto. No paramos de recibir mensajes que dicen que las migraciones son la causa de que perdamos trabajos, de la delincuencia y de muchas cosas negativas que se las necesitamos atribuir a alguien. Las fronteras están en nuestra mente y las hemos construido nosotros mismos”.

«No me arrepiento para nada de haberme lanzado a ir a Senegal»


¿Qué imagen tienen los senegaleses de Europa? “La gente quiere ir a Europa porque igual que a nosotros nos han dibujado que África es una tierra salvaje y pobre, a la gente de allí le han pintado esto como casi un paraíso. En estos dos meses me he dado cuenta que nunca vamos a acabar de conocer bien el mundo, ya que nos lo dibujan en función de unos intereses determinados. Eso es muy triste”.

¿Te arrepientes de la experiencia en Senegal? ¿La recomendarías? “Para nada. La gente que tenga la oportunidad, que lo haga y se desplace. Y para aquellas personas que no tienen la oportunidad, que la busquen, porque siempre aparece. Sobre todo cuando sales de la carrera es el momento de lanzarse a la aventura”.

«Si no hubiera sido por la revista 360, jamás hubiera podido cumplir mi sueño de ir a África»


Eres graduada en Periodismo por la Universidad de La Laguna. ¿Sientes que saliste bien preparada y formada? “Estoy súper contenta con la formación que he recibido. En general, ha sido bastante cercana y proyectos como PERIODISMO ULL o la revista 360 me han llenado mucho y complementado mi formación. Yo conocí a Pepe Naranjo y me fui a África por 360. Si me hubiera limitado a estar en un pupitre, jamás hubiera cumplido mi sueño. Si pudiera elegir de nuevo, elegiría estudiar en la ULL”.

Un lugar mágico… “Diría Fann Hock, el sitio donde vivía, y la playa de Mamelles”.

Y una persona que te lleves del viaje… “De personas no me puedo quedar con una porque estoy infinitamente agradecida a muchas. Leyre era mi compañera incondicional; Andrés, Jon, mi compañero de piso; Pepe Naranjo, Andrelo, Tamara o Elisa y José, que eran canarios. Todos ellos formaban parte de mi círculo más cercano, pero también tengo mucho que agradecer a Vivi y Tumani”.

¿Qué proyectos tienes a corto plazo? ¿Tienes previsto volver a Senegal? “Volveré tarde o temprano y sea como sea. Esto acaba de empezar. A corto plazo me voy a quedar unos meses en Canarias trabajando en un medio de comunicación”.

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