Atardecer en Famara

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“Vuelvo a encontrar mi azul, mi azul y el viento, mi resplandor, la luz indestructible que yo siempre soñé para mi vida”. Así hablaba Rafael Alberti de Lanzarote en una de las obras que dedicó a César Manrique. La playa de Famara se ha convertido en un ejemplo claro de estas palabras y en un lugar de visita casi obligatoria para los turistas que viajan a la isla. ¡Y no les falta razón! Pocas cosas se comparan a ver cómo el sol se pone sobre los más de 6 kilómetros de esta playa.