La profesora de la ULPGC advierte sobre el uso excesivo del plástico y su efecto en el ecosistema marino Foto: PULL

«Los microplásticos se están incorporando a la cadena trófica»

Medioambiente

La contaminación de los ecosistemas marinos es una realidad en las costas canarias. Los plásticos y residuos que se vierten a diario en las playas de Gran Canaria se han convertido en un problema para el desarrollo de la vida marina, cuyos organismos se están viendo cada vez más afectados por la presencia de estos vertidos. Alicia Herrera es profesora de la ULPGC en Ciencias del Mar. Como una de las principales responsables del proyecto Microtrofic, ha participado en un estudio en el que se confirma que la existencia de plásticos más pequeños tienen su origen en los vertidos de aguas residuales que acaban en los océanos.

¿Qué son los microplásticos y cómo afectan a nuestras costas? «Son aquellos plásticos inferiores a 5 milímetros. El límite inferior pueden ser una micra, diez… Está un poco en discusión, pero básicamente se trata de residuos de menor tamaño. Hay de distintos tipos. Algunos son secundarios, que derivan de la fragmentación de materiales mayores; otros son primarios y  fabricados ya en esa medida. Estos se encuentran en diferentes productos como cremas exfoliantes o muchas pastas de dientes. También los pellets de resina, la materia prima con la que se fabrican otros productos. Es decir, si se hace un balde de plástico, se usan las bolas que se funden. Se trata de un caso muy común en nuestras playas».

¿Cuánto lleva realizar este tipo de estudios? «Llevamos 5 años haciendo estudios aquí. Hemos visto que se acumulan principalmente en las costas norte y noreste, pero constan de  un tamaño  de 1 a 5 milímetros. El siguiente estudio que hemos presentado demuestra que los de menor tamaño, sobre todo fibras sintéticas, tienen un patrón de distribución diferente. Esto nos lleva a pensar que probablemente nos encontramos ante contaminación propia de las Islas. Son hipótesis que aún debemos contrastar».

«Los residuos  llegan al mar y se acumulan en la superficie»


Tras el estudio publicado en Microtrofic se ha demostrado que los microplásticos más pequeños de Canarias proceden de las lavadoras, ¿a qué se debe este suceso? «Cada lavado de ropa desprende miles de fibras sintéticas, de hecho casi todos los tejidos que utilizamos son sintéticos actualmente. Estas fibras llegan con cada lavado a las depuradoras arrastradas junto a las aguas residuales. Si el tratamiento no es secundario o terciario terminan llegando al mar y acumulándose tanto en la superficie como con las mismas playas, algo que hemos podido comprobar a través de nuestros estudios».

Si la ropa cada vez tiene más partículas sintéticas, ¿qué alternativa tenemos?¿Sería posible la creación de filtradores para estos materiales? «Sí, de hecho existen unos que se colocan en la lavadora, lo que ocurre es que no están disponibles en Canarias o al menos yo no las he encontrado aún.  Otra opción sería que las aguas residuales se depurasen hasta un tratamiento secundario o terciario. Defendemos alternativas, como la accesibilidad a esos filtros para lavadoras o la exigencia de un proceso de depuración exhaustivo, donde las aguas reciban todo el tratamiento posible hasta llegar al mar. No se trata de dejar de usar ropa sintética porque tampoco sería sostenible que todos usáramos algodón».

«Deberíamos empezar a pensar en una vida sin plástico»


Muchas personas no entienden aún el impacto de los microplásticos. ¿Estamos hablando de un problema real con vistas a la salud? ¿Nos perjudican de manera directa? «Depende de qué salud estemos hablando. No sabemos si en la humana tiene un impacto, pero evidentemente en la de los ecosistemas sí. Ya vimos que los organismos están ingiriendo esos plásticos, que a su vez contienen productos químicos asociados… Aquí en nuestro estudio encontramos muestras de DDT, principal compuesto de los insecticidas y de derivados de filtros ultravioletas. Es innegable el impacto en los ecosistemas, tanto visual como paisajístico. Desde ese impacto en los ecosistemas está demostrado que los microplásticos están incorporándose a la cadena trófica. Actualmente estamos trabajando en estudios sobre la salud tanto de los peces, como de los seres humanos, aunque son tantos los factores a los que nos vemos expuestos que a veces es difícil determinar si lo están provocando en sí los microplásticos. A pesar de todo, el impacto en los ecosistemas marinos es evidente».

¿Qué expectativas tiene respecto al vertido de plástico, ya no sólo en Canarias, sino en los mares de todo el mundo? ¿Es un problema que puede amainar o que, sin embargo, amenaza con seguir creciendo? «Creo que amenaza con crecer sobre todo porque la producción plástica amenaza a su vez con seguir creciendo. No hay ninguna propuesta sólida más allá. Sin embargo, es cierto que se han propuesto medidas a nivel europeo. Canarias, por su parte, llevará a cabo la prohibición de una parte de los plásticos de un solo uso a partir del 2021. Aunque no creo que ninguna de estas medidas ayude a reducir la producción de plástico porque es una producción que sigue creciendo y al final una parte siempre acabará en el mar. Deberíamos empezar a pensar en una vida sin plástico, o, al menos, el necesario: el de un solo uso habría que prohibirlo por completo».

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