La influencia femenina en el pop ha aumentado de forma considerable durante los primeros años del siglo XXI. Foto: PULL

La mujer y la música

Música

A lo largo de la historia no se le ha dado espacio al desarrollo de la creatividad de la mujer. Solo hace falta echar la vista atrás y observar que la actividad y los grandes logros dentro de este ámbito han sido siempre obra de personalidades masculinas. En la música, al igual que en otras disciplinas como la pintura, el teatro o la literatura, la figura femenina ha sido invisibilizada e incluso denigrada. Esta complicada situación, que ha perdurado durante siglos, sigue haciendo acto de presencia en la actualidad, a pesar de los avances percibidos.

El primer inconveniente que tiene la mujer en la industria musical es su dificultad para emprender una carrera. La realidad de esta circunstancia se justifica en el informe La imagen de la mujer en la música modernaelaborado recientemente por la sección madrileña de la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU). Este muestra los datos de un estudio con el que se analizaron 30 de las canciones más vendidas según tres listas de ventas oficiales. El resultado del examen expone que el  77 % de las mismas están cantadas por hombres, mientras que el 23 % restante están interpretadas por mujeres. De esta forma, la organización constata una desequilibrada equidad de protagonismo entre ambos géneros.

No obstante, la radio pública estadounidense National Public Radio (NPR) confirmó hace unos meses, a partir de una profunda observación, que la influencia de la mujer en el mundo de la música pop ha aumentado de forma considerable durante los primeros años del siglo XXI. Esta investigación, que se centró en el análisis del rol femenino dentro de este contexto artístico desde el año 2000 hasta la actualidad, demostró un aumento de la popularidad de la mujer en este sector. Dua Lipa, Lady Gaga o Rihanna son solo algunas de las muchas artistas que han logrado hacerse un hueco en el panorama durante las últimas dos décadas.

Andrea Toledo: “Todavía queda mucho camino por delante”


Andrea Toledo es una violonchelista y cantante, que estudia Psicología en la Universidad de La Laguna. La artista opina a través de una entrevista que nota una favorable evolución en cuanto a igualdad de género en este mercado, no obstante, comenta que todavía queda mucho camino por delante, ya que percibe que existe una gran brecha salarial, que genera desigualdad de sueldos entre hombres y mujeres.

Andrea Toledo, violonchelista y cantante. Foto: PULL

Este último problema, que es motivo de debate continuo, ha sido evidenciado por la empresa británica Music Business Week, la cual llevó a cabo recientemente un análisis tomando como muestra a las tres grandes discográficas de Reino Unido (Universal UK Music, Sony Music UK y Warner Music UK). Tras la finalización de la investigación, se concluyó que el nivel de brecha salarial dentro de este marco es muy alarmante, ya que se encuentra por encima del 30 %.

 Arantza Navarro: «Una cantante puede estar a la altura, independientemente de los años que tenga”


Arantza Navarro es una cantautora que lleva años trabajando en este mundo. Actualmente, se encuentra ultimando su primer single, Puerto soledad, el cual se estrenará próximamente. Además, paralelamente, prepara Divas, un espectáculo que homenajea a las grandes mujeres de la cultura musical. La artista incide, a través de una entrevista, en que a día de hoy no existe una igualdad real en este entorno, pues observa que los hombres pueden triunfar en la música a cualquier edad, sin embargo, afirma que las mujeres, a mayor edad, menos posibilidades de éxito tiene. “Hay que entender que antes de ser hombre o mujer somos humanos. Una cantante puede estar a la altura, independientemente de los años que tenga”, asevera la intérprete.

Arantza Navarro, cantautora. Foto: PULL

Otra de las problemáticas que se presentan es el de los hábitos sexistas. Esto se puede ejemplificar con una de las vivencias que Navarro experimentó en un momento puntual de su carrera. Se trata de una experiencia que vivió buscando trabajo para actuar en hoteles. Lo primero que le dijeron al solicitarlo fue “más que cantes bien, necesitamos a una chica guapa, con falda corta y que sepa bailar”. La cantante confiesa que ante esta circunstancia rechazó el empleo, ya que concibe que la mujer es más que un cuerpo bonito y que el dinero no lo es todo.

Por otro lado, cabe destacar la presencia de conductas machistas presentes en este universo. Es probable que muchos hayan cantado y bailado la canción Hey mama! de David Guetta, junto Nicki Minaj, Bebe Rexha y Afrojack, pero pocos se habrán dado cuenta de que una de sus estrofas dice literalmente “Sí, yo hago la comida. Sí, yo me ocupo de la limpieza (…) Sí, tú eres el jefe y te respeto”. Otro ejemplo es el del tema No soy una de esas de Jesse & Joy  en colaboración con Alejandro Sanz, cuya letra contiene frases como “No deberías haberme tentado, te gusta jugar” o “Si no quieres flamenquito, no toques las palmas”.

Ante esta situación, Andrea Toledo sostiene que las conductas machistas se encuentran muy normalizadas dentro de la cultura musical actual. Por este motivo, piensa que la ciudadanía no se percata. “Estamos tan acostumbrados a los micromachismos que muchas veces, incluso dándonos cuenta de su existencia, los dejamos pasar, porque tendemos a pensar que solo es una canción”, ratifica la artista.

Las posibles soluciones


Asimismo, Toledo añade que este tipo de canciones frenan el avance de la lucha feminista. Para poner fin a este fenómeno, propone establecer un filtro. En este caso, no habla de censura, ya que cree que nunca se debe silenciar a un cantante, porque cada uno tiene una manera personal de expresarse, pero juzga que debería existir un filtro mínimo que no permitiese frases ni mensajes machistas, ya que el público general es muy influenciable, sobre todo el de menor edad.

Algo similar estima Arantza Navarro, quien agrega que a las grandes discográficas se le está yendo el tema de las manos, porque no son conscientes del valor educativo que la música tiene sobre la sociedad más joven. Además, recalca la validez de todos los géneros musicales, (reguetón, salsa rock, pop, etc.) siempre y cuando transmitan mensajes constructivos.

Por otra parte, Navarro subraya que la solución ante esta problemática es responsabilidad de los dirigentes de la industria, pues por mucho que la gente de calle desee su erradicación, poco se puede hacer si los de arriba siguen vendiendo el mismo producto. A modo de conclusión, señala que la clave para lograr todo lo propuesto está en fomentar el respeto y en el amor mutuo.