«En Canarias las epidemias introducidas han llegado de la mano del hombre»

Ciencias

Raimundo Cabrera Pérez es licenciado en Biología por la Universidad de La Laguna y docente en Entomología Agrícola y Patología Vegetal en la Escuela Técnica Superior de Ingeniera Agraria desde hace más de 20 años. El biólogo resalta que la sociedad debe tomar consciencia acerca de la necesidad de una agricultura más respetuosa con el medio ambiente y la importancia de la seguridad alimentaria. Asimismo, habla de la situación del Archipiélago con respecto a las plagas que afectan a sus ecosistemas.

Tiene un extenso currículum en lo que respecta a investigación. En la actualidad, dirige la línea que lleva por título Control integrado de plagas y enfermedades de los vegetales (CIPEV)¿Qué le llevó a comenzar a indagar sobre este tema? «Desde que acabé mi licenciatura en Biología estoy relacionado con el tema de plagas y enfermedades agrícolas. Mi tesis doctoral fue sobre plagas y enfermedades de la palmera canaria y, a partir de ahí, mi investigación se fue dirigiendo hacia este tipo de estudios. También, tuvieron mucho que ver dos profesores del antiguo departamento de Fitopatología, los doctores Carmelo Prendes Ayala y Carmen Dolores Lorenzo Bethencourt, con los que tuve la fortuna de trabajar desde mis comienzos en la Facultad de Biología, hace ya más de 30 años. Me trasmitieron el cariño y el respeto por la agricultura y los agricultores».

«En Canarias se introduce de media una plaga al año en el Archipiélago»


¿Cuáles han sido las plagas que más han afectado al Archipiélago? ¿Y en la actualidad? «A mediados del siglo pasado se detectó en Gran Canaria el picudo negro de la platanera (Cosmopolites sordidus), que se diseminó a las otras islas productoras, convirtiéndose en una epidemia importante y de difícil control. También ha tenido mucha repercusión la “polilla guatemalteca de la apapa” (Tecia solanivora). Asimismo, hay que tener en cuenta que se estima que en Canarias se introduce de media una nueva plaga al año. De las más recientes es un escarabajo procedente del Caribe, Diaprepes abbreviatus, detectado en Gran Canaria en 2014, o Drosophila suzukii, una mosca parecida a la mosca del vinagre pero que afecta a frutas, detectada en Tenerife en 2017″.

‘Diaprepes abbreviatus’ y ‘Drosophila suzukii’

¿Cuáles son las principales enfermedades en vegetales que tienen lugar en el presente? «En la actualidad, seguimos teniendo problemas importantes de enfermedades fúngicas y víricas. El uso de fungicidas de forma masiva ha llevado a que se seleccionen poblaciones de patógenos resistentes a esos compuestos, con lo que su control es más difícil. En el caso de los virus, la situación es parecida pero, en este caso, como su control se dirige a sus vectores, los insectos, estos han desarrollado resistencia a los insecticidas y las virosis siguen siendo un problema importante».

¿Cómo afecta el clima en todo esto? «Los organismos vivos tienen unos rangos de condiciones climáticas en los que se desarrollan de forma adecuada. Si en una determinada área cambian esos requisitos, por ejemplo, se produce un aumento sostenido de las temperaturas medias, o la humedad relativa, podríamos encontrarnos con circunstancias adecuadas para que un insecto o un patógeno, que antes no podía desarrollarse bien, ahora lo haga y se constituya en una plaga o enfermedad grave».

«El aumento del transporte y  de las comunicaciones facilitan el desarrollo de epidemias»


¿Cuál es el papel que juega la sociedad? «En papel de la sociedad es crítico. Lo más frecuente es que seamos nosotros los que transportemos estos organismos de unos lugares a otros. El aumento del transporte y la velocidad de las comunicaciones facilitan esa dispersión.  En el caso de Canarias, las plagas introducidas han llegado de la mano del hombre, bien a través de la importación o bien a través de los viajeros que transportan material vegetal sin certificar en sus equipajes».

¿Qué medidas se podrían emplear para reducir el impacto de esta problemática? «La primera medida a adoptar debe ser prevenir la introducción de nuevas plagas o enfermedades. En fronteras los productos vegetales comerciales se someten a la inspección fitopatológica. Es necesario mejorar esos puestos de inspección, dotándolos de personal e infraestructura suficiente para que puedan realizar su cometido de la forma más eficaz posible. La población debe ser consciente del riesgo que implica transportar material vegetal sin control en sus equipajes. Puede que no sean medidas populares en una región donde el turismo es el centro de la economía, pero tendríamos que actuar de forma mucho más estricta en el control de fronteras, tanto de mercancías como de pasajeros y sus equipajes».

¿Estas plagas o enfermedades en los vegetales afectan de manera directa en la salud de la población? ¿En qué otro tipo de aspectos afectan? «Afortunadamente, los patógenos y las plagas vegetales no afectan de manera directa a los seres humanos. El problema se presenta de forma indirecta, cuando aplicamos productos químicos para controlar esos organismos nocivos y reducir las pérdidas que causan. Son los plaguicidas y, en general, los productos fitosanitarios químicos de síntesis, los que causan problemas medioambientales y, en última instancia, son perjudiciales para la salud humana».

Una patente que reduce las enfermedades fúngicas en el cultivo de tomates


¿Qué se ha podido descubrir a raíz de las investigaciones que se hacen desde la ULL? «En la Universidad hay muchos grupos de investigación que trabajan en temas relacionados con el sector agrario. Nuestro grupo CIPEV, trabajando conjuntamente con otros grupos de investigación nacionales y extranjeros, ha colaborado en el desarrollo de distintas patentes que ya han sido licenciadas a empresas. Otra patente, en este caso exclusiva de la Facultad, y que se encuentra aún en fase de desarrollo, es sobre hongos endófitos que aplicados a plantas de tomateros reducen la incidencia de enfermedades fúngicas en el cultivo del tomate».

¿La Universidad de La Laguna realiza proyectos de investigación en colaboración con instituciones públicas o grupos como Pervemac? «Hemos colaborado con el Cabildo de Tenerife y el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA) en el desarrollo de un método de tratamiento para el saneamiento de tubérculos de papas y que se puedan certificar que están libres de polillas. Todo esto está en fase de validación por los técnicos del Ministerio. Sobre el tema de las polillas de las papas hemos desarrollado una iniciativa, financiada por el Cabildo tinerfeño para el control integrado de las polillas de la papa. Se ha desarrollado durante 3 años en la zona de Icod el Alto y los resultados han sido muy interesantes. De hecho, hay agricultores que han decidido seguir aplicándolo».

¿Cuál es el papel que juegan las instituciones públicas en este tipo de problemáticas? «En mi opinión, hay una cuestión básica: tenemos que recuperar la producción local. No podemos seguir teniendo nuestros campos cada vez más abandonados, llenándose de zarzas y seguir importando la mayoría de los productos agrícolas que consumimos. En lo que respecta al tema de plagas y enfermedades agrícolas, la formación de los agricultores y técnicos es importante. La investigación, la transmisión de conocimientos y la prevención para impedir la entrada de nuevas plagas y enfermedades, deben ser tareas prioritarias y en este aspecto las instituciones públicas deben realizar un esfuerzo importante».

La importancia del cuidado de la agricultura y la seguridad alimentaria


En junio de 2017, el Gobierno de Canarias publicó una nota de prensa en donde se señalaba: “Canarias, referente en agricultura sostenible y gestión integrada de plagas en la región macaronésica. Como profesional en el ámbito de la biología, ¿qué opina usted acerca de esta publicación?  «En las Islas hemos recorrido un buen camino hacia la Gestión Integrada de Plagas y la agricultura sostenible, pero es cierto que aún nos queda mucho camino por delante. Pero trabajos como al que hace referencia esa nota de prensa son pasos importantes para que la sociedad tome consciencia de la necesidad de un sector más respetuoso con el medio ambiente y la importancia de la seguridad alimentaria».

FOTO: Emeterio Suárez

Estudiante de Periodismo en la Universidad de La Laguna. Canariona de nacimiento. Amante del mar, los libros y, por supuesto, del periodismo. Con ganas de aprender y superar todos los retos que vengan.

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