Ecocomedor, el modelo ecológico que no para de crecer en Canarias

Ciencias

Margarita Hernández García, técnica del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y coordinadora del Programa Ecocomedores Escolares de Canarias, participó ayer, 23 de abril, en la Jornada sobre Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria en la Macaronesia. El evento, organizado por la Universidad de La Laguna, tuvo lugar en el Aula Magna de la Sección de Física y Matemáticas  de la Facultad de Ciencias, y contó con dos sesiones. La primera ofreció una serie de conferencias acerca de la agricultura en archipiélago, mientras que la segunda sesión se basó en la seguridad alimentaria y el fomento de una dieta saludable.

Tras su breve presentación, Hernández explicó que la iniciativa de los ecocomedores nació en el año 2005 en Andalucía. El propósito era, por un lado, potenciar el desarrollo de la agricultura ecológica, y por otro, favorecer la incorporación de “productos frescos, locales y de temporada” a la dieta de los más pequeños a través de los servicios de comedores escolares y sociosanitarios. De ahí, que en el año 2010 se “realizara en Canarias, un proyecto piloto basado en la selección de 7 centros de cada una de las islas para sentar las bases». Sin embargo, no fue hasta dos años después cuando se decidió implantar de forma oficial el plan de actuación, apoyado por la participación de productoras y productores ecológicos y la administración pública.

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Esta actividad, señaló la ponente, ha contando con la colaboración varios grupos de investigación de la ULL. Uno de ellos, formado por alumnos en prácticas de la Escuela de Agrónomos con los que elaboraron un diagnóstico económico de las fincas vinculadas al estudio de costes de producción. Partiendo de este punto, destacó que otra de las bases importantes de este programa es “modificar lo menos posible los costes del menú de los colegios para que el agricultor, a su vez, tenga garantizada la venta de sus productos”. Para llevarlo a cabo, los productores establecen un precio fijo durante todo el curso escolar. Por ello, se estableció que trabajasen en circuitos cortos de canalización, puesto que al estar cerca del entorno de desarrollo “no se produce una subida de precios en el transporte de las entregas”.

Por último, explicó que para que este proceso sea sostenible no puede depender de una subvención. El precio con el que se trabaja tiene que ser justo tanto para productores como para consumidores. Así pues, Hernández aclaró que, mediante la realización de un estudio de mercado basado en los precios que en un inicio se estaban utilizando, se llegó a la conclusión de que elaborando un listado específico por isla se mejoraba la compra-venta de estos alimentos ecológicos. De esta manera, “el comprador conoce de antemano cuánto le va a costar en cada momento y el agricultor también sabe qué beneficio va a obtener de ello”. En la actualidad, el programa cuenta ya con más de 10 762 comensales y 51 ecocomedores en todo el archipiélago canario.

 

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